27 octubre, 2005

Reflexión

Después de lo que me pasó con X no estoy muy por la labor de nada. Creía que se me iban a activar las hormonas como si de una quinceañera fuese pero, ya veo que no. Quizá sea por este tiempo tan penoso que está haciendo últimamente. O porque se aproxima el invierno. O que sobre mí se han avecinado unos cuantos acontecimientos catastróficos que a cualquiera le hundirían. No sé. O quizá sea la conjugación de las estrellas. Ya tienen mala leche las estrellas ¿eh? Sólo me queda el consuelo que siempre me quedará la primavera. Cuando el sol te empieza a calentar la cara y el ánimo. ¡Quien me lo iba a decir a mí! Yo que desde que tengo conocimiento del sexo opuesto siempre he estado unida o mental o corporalmente a alguien. A lo mejor es que todavía no he derramado todas las lágrimas que debería. ¿Qué es lo que quiero de verdad? En realidad, sé que tengo que dejar un tiempo para borrar todas la huellas en mi mente y en mi cuerpo que haya podido dejarme y después...después lo que quiero es la locura. Quiero lo mismo que Sabina. Yo lo que quiero, corazón cobarde es que mueras por mí. ¿Qué si alguna vez lo he sentido? Sí! Gracias Señor por haberme regalado esa sensación. Sinceramente si muriese ahora, nadie podría decir que no aproveché mi vida. He tenido hasta ahora una vida perfecta, porque lo he tenido todo y lo he vivido todo. Y gracias a esta forma tan infantil de ser que tengo, disfruto cada momento y cada cosa como si fuese la primera vez. ¿Y qué es lo que me gusta del amor? El olor de su perfume en mi pelo y en mi piel. El calor de su cuerpo contra el mío. Sus susurros a mi oído y mi piel erizada con su respiración. Sus manos perfectas rozándome. Sus abrazos fuertes y sentirme pequeña en su regazo. La suavidad y la humedad de sus labios. Su juego, su interés y su desinterés.

Mi mejor amante

Nunca me abandona, siempre está conmigo. En el trabajo, en la calle paseando, cuando estoy triste y sobre todo cuando estoy contenta. Me anima un montón, es como si fuese una droga. Tiene la capacidad de expresar por mí lo que quiero decir y cómo me siento. Con su aliento me eriza la piel y me hace llorar de emoción. Si pudiera la abrazaría y le contaría cómo la quiero. Pero, ella es mi voz y mi forma de expresión, mi amor y mi compañera en este viaje. Recuerdo su susurro en cada momento importante en mi vida y volver a escucharla me hace revivir cada instante. En mis momentos amargos también ha estado, apoyándome y haciéndome sentir un poco mejor. ¡Ay, señora!¡Si supieses cuantas veces me has ayudado y de qué pozos tan hondos me has elevado! ¡Cómo podría vivir sin tí! Qué pena ser analfabeta de tu verso y sólo poder sentirte y no poder crearte. Gracias, música.

25 octubre, 2005

El día que nací

Hoy es el día de mi nacimiento. Sí, ya sé que estoy un poco mayor para pensar que de verdad acabo de nacer. Pero, aquí dentro de este vientre materno que es la red es como me siento. De hecho es mi primera publicación así que mientras estoy escribiendo, me siento como si estuviese apunto de salir al exterior por primera vez. Espero que mi nacimiento no pase desapercibido y ser aceptada de buen grado en esta sociedad. Allá voy!