29 diciembre, 2005

Mi yayo Joaquín

Nacido el 6 de junio de 1912 en Moyuela, un pueblo de la provincia de Zaragoza pero, rozando casi casi con la provincia de Teruel. En realidad su nombre era Ricardo Joaquín pero para nosotros era el yayo Joaquín. Su madre se llamaba Mercedes y era de Monforte de Moyuela. Dicen que era blanca como la leche, rubia y de ojos azules, como mi abuelo. Yo he heredado sólo el color lechoso de su piel. Su padre no sé cómo se llamaba, tendré que preguntárselo a mi padre, más que nada para que no se me olviden mis raíces. Cuando cumplió los 9 años su padre murió. Creo que eran 6 hermanos y su madre estuvo sosteniéndolos hasta que terminaron de estudiar, cosa encomiable en aquellos tiempos que no les dejaban terminar de estudiar. Cuando terminó los estudios con 14 años se lo estuvieron pasando entre sus tíos. A los 18 se fue a Barcelona a casa de otros tíos a trabajar. Allí estuvo en un colmado al que fue a trabajar según sus propias palabras porque a pesar de que cobraba poco, al menos comía. Se levantaba a las 5 de la mañana para ir a comprar las cosas frescas para el colmado y se iba a la hora de dormir. De ese trabajo se fue porque sus tíos le dijeron que no era suficiente lo que cobraba. Se puso en una fábrica química textil. En ese tiempo él recordaba que instauraron la semana inglesa, que consistía que los sábados no se trabajaba. Allí estuvo hasta que necesitaron el puesto para el hijo del dueño de la fábrica. Para hacerlo un poco legal, les pusieron un examen a él y al hijo del dueño, y el que lo sacara mejor se quedaba con el puesto. Bueno, esa táctica no me la creería ni yo ahora, así que antes que había más tráfico de influencias es de creerselo menos todavía. Después lo llamaron a filas y allí tuvo que luchar contra sus hermanos ya que les tocó en bandos opuestos. Recibió un balazo por el cual le dieron una medalla y cuando se recuperó, calló enfermo de fiebres malta. Volvió a los pueblos de Zaragoza botando entre tío y tío hasta que finalmente se volvió para Moyuela. Al volver con 30 años al pueblo, conoció a mi abuela y se puso a trabajar de sastre. Mis abuelos se casaron a la vez con el hermano de mi abuelo y su mujer, así resultaba más barata la boda. Ese mismo día cogieron un pollo guisado, se montaron en un carro y se fueron a Fuendetodos a trabajar, porque allí no había sastre. Siempre nos contaba los chanchullos que tenían que hacer para conseguir aceite y otras cosas de comer. Las iban a comprar al mercado negro y las escondían debajo de fardos de ropa. Con las cartillas de racionamiento no llegaba para comer. Tuvieron a mi padre y 4 años más tarde a mi tía. Ella nació ya enferma del corazón y vivió hasta los 21 de hospital en hospital. Cuando mi padre cumplió los 9 años, se fueron a vivir a Zaragoza. Y allí estuvieron hasta el final de sus días. Siempre nos contaba historias que no hacíamos más que pedirle que las repitiera y las repitiera porque tenía una forma especial de contarlas. Le gustaba mucho la historia mundial y la historia sagrada. Con los años se había comprado enciclopedias y se las sabía de arriba abajo. Siempre pensó que le hubiese gustado ser cura, para poder comer y poder estudiar que era lo que más le gustaba. Menos mal que el destino no lo quiso así porque si no, no le hubiésemos conocido. De los 4 abuelos que he tenido, es el más cariñoso con diferencia. Nos sacaba al parque, nos leía, jugaba con nosotros, nos enseñaba a coser con su máquina...
Un beso yayo, que seguro nos reencontramos en otra vida.

28 diciembre, 2005

El viaje en autobús

Recuerdo perfectamente esto y creo que nunca se lo he contado a nadie por vergüenza.Cuando trabajaba en Barna, casi todos los fines de semana iba y volvía a Zgz en bus. En estos de Alsa que hacen el viaje de seguido sin ninguna parada por entre medio. Normalmente lo que hacía era dormir 3 horas sin parar y media horita medio despierta. Otras veces, las menos, ensoñaba despierta. Me encontraba en una especie de semi consciencia inventando historias que iban surgiendo sin forzarlas mi yo consciente en absoluto. En uno de esos viajes mi estado mental me hizo ensoñar algo sexual. Con lo cual me iban subiendo unos calores por todo el cuerpo y me iba excitando poco a poco. Creo que podría haber llegado al orgasmo sin moverme, sólo con la mente y con mis ensoñaciones. Al lado y bien pegado, puesto que esos asientos son un tanto estrechos, tenía sentado a un hombre de alrededor 50 años. Bien plantado, grande (me encantan los hombres grandes) y bien vestido. Notaba su calor corporal perfectamente y el aroma de su piel. Lo notaba porque en mi ensoñación me estaba concentrando en su presencia para subir mis ánimos sexuales. Pensé que ojalá me rozara, aunque fuese levemente. Que ojalá se girara hacia mí después de rozarme y sin mediar palabra me besara frenéticamente mientras me acariciara todo el cuerpo. Al fin y al cabo, una fantasía sexual es eso, sólo una fantasía y vive muy bien ahí, encerrada en la cabeza de las personas. No tiene tanta gracia si se hace realidad. Notaba cómo mi cara ardía, cómo me sudaban las manos, notaba mi respiración precipitada e intentaba disimularla. Me fui inclinando ligeramente hacia él, ya que me encontraba con los ojos cerrados como si estuviese dormida. Entonces noté el roce de su brazo con el mío. Movió el brazo no sé si de forma intencionada o no, invadiendo parte de mi asiento, con lo que su brazo ya no rozaba levemente el mío, sino que lo tenía apoyado sobre mi pecho. Con lo cual estuve a punto de terminar en un apoteósico orgasmo. No me moví para apartarlo de mí. En realidad, me gustó tenerlo así. No nos dirigimos la palabra en todo el trayecto. Y cuando llegamos a la Diagonal hice como si me despertaba. Él retiró su brazo y luego bajamos del autobús y cada uno emprendió su viaje.

27 diciembre, 2005

Cuento de Navidad

Dedicado a mi hermana.

Todos los años su padre las sacaba a pasear el día de nochebuena, así su madre podía preparar la cena tranquilamente sin nadie que estorbara en casa. Tanto ella como su hermana eran bastante pequeñas, entre 8 y 9 años. Lo malo de las nochebuenas era el “paseo”. Siempre acompañaban a su padre a hacer algún recado pero, iban de bar en bar con él mientras se tomaba una copa de coñac en cada uno. Al llegar a casa su padre se convertía en alguien totalmente desconocido. Era muy cariñoso con ellas, excesivamente cariñoso. Gastaba con ellas todo el cariño que no se atrevía a gastar con su mujer. Ese día la madre de ellas siempre se enfadaba porque veía como llegaba tambaleándose su marido de lado a lado del pasillo debido al exceso de alcohol en vena. La sensación que ellas tenían en el cuerpo el día de Nochebuena no era en absoluto agradable. Se trataba de un dolor de estómago muy fuerte y de miedo. Miedo a moverse y hacer ruido y que su madre pagara con ellas el enfado que tenía con su padre. Además de ganas de huir, porque siempre tenían que ponerse de parte de alguien. “¿Habéis visto cómo se pone vuestro padre? ¡Qué vergüenza!¡No lo defendáis!” Mientras toda la mañana se la habían pegado advirtiendo a su padre: “Papá por favor no entres al bar que se va a enfadar la mamá” “Éste es el último al que entro, que necesito entrar al baño” Y siempre había de camino varios últimos bares. Así que crecieron temiendo la Navidad, cuando todo era tensión en el ambiente, malos rollos y enfados. Hasta veintitantos años más tarde. Una Nochebuena, vino la hermana de su madre también a cenar a casa. La madre estaba más alegre y relajada que nunca riendo y bromeando con su hermana. El padre no bebió en exceso y también se encontraba más relajado que nunca. Las ya no niñas se encontraron en su antigua casa, con sus hermanos, sus tíos y sus padres y de repente nació la verdadera magia de la Navidad. Se hicieron las 3 de la mañana y nadie quería irse a la cama. Tuvieron que esperar 30 años para tener su primera Nochebuena realmente Buena y mereció la pena.

22 diciembre, 2005

Malpica


Por cortesía de Larisa Antipova. Polígono de Malpica en Zaragoza a 22-12-2005

Incultura popular


Con lo de incultura popular, me refiero a la mía propia. Ya he repetido en varias ocasiones que estuve trabajando durante 3 años en Barcelona. Allí aprendí más o menos a escribir en catalán y a chapurrearlo un poquito. Y además aprendí y participé de eventos culturales propios de esa cultura. Jamás se me ocurrió pensar que la fabla o, como he leído que prefieren que se le llame, el aragonés se utilizara actualmente. Una compañera mía de trabajo es de Panticosa. Ella me dijo que en su casa hablan en aragonés y es más que lo estudian en clase. Además este fin de semana un chico de otro pueblo de Huesca también me dijo que hablaban en su casa en aragonés. No sólo eso, sino que me habló un poco como hablan en su casa.
Lo último que he descubierto es una tradición que creía catalana y resulta que también es aragonesa pero que yo nunca había visto aquí. Es la Tronca de Nadal. Es un tronco hueco que se va “alimentando” hasta la noche de Nochebuena. Esa noche con canciones se golpea y milagrosamente caga regalos.
Si alguien quiere ver la representación del Ligallo de Fablans de l’Aragonés puede pasarse por:
La Plaza del Pilar los días 24 y 25 con los horarios: 17:30-19:30 y 18:30-20:30
La Plaza Las canteras el día 28 con horario: 11-13

21 diciembre, 2005

Ley Antitabaco


Día 21 de diciembre y comienza el invierno. No queda nada de nada para que comience el año nuevo. Y qué pasa con el año nuevo? Bueno, para empezar llevo unos años que a día 31 de diciembre me hago una propuesta que hasta ahora sólo he cumplido algunas raras veces....DEJAR DE FUMAR. Uff! Qué horror! Pero, ahora con la ley antitabaco voy a tener que dejarlo de verdad o me saldrá un sarpullido por todo el cuerpo de ganas de fumar. Hasta ahora me fumaba unos 4 cigarros en el trabajo (al final del día son unos 12). Uno nada más llegar con el café, otro a las 11 con el café de media mañana, otro a la 1 del mediodía y el último sobre las 5 de la tarde más o menos. Todos ellos en la sala del café. Estoy en total acuerdo con la ley, una cosa no quita la otra, claro está. Estoy de acuerdo porque necesito que algo me obligue a no fumar. Siempre he estado de acuerdo con esto. No soy de los fumadores que no entienden la ley. Yo ni siquiera me planteo si la entiendo o no, simplemente la necesito para fumar menos. Ni siquiera disfruto de la idea de que me guste fumar, porque no me gusta. En realidad lo que quiero es dejar de fumar, pero me han comido el tarro demasiado. Así que ... me voy a armar de fuerzas.

20 diciembre, 2005

El pendiente

Cuando vivía en Barcelona sólo me dedicaba a una cosa: Trabajar. Mi jornada laboral empezaba a las 9 de la mañana y nunca se sabía cuando iba a terminar. Desayunaba con mis compañeros de trabajo, comíamos en 1 hora y cenaba también con mis compañeros de trabajo. Mi mundo giraba en torno al trabajo. Los amigos que hice allí son casi todos del trabajo y alguna compañera de piso. De hecho ahora no todos son de mi trabajo, porque se fueron yendo a distintos sitios, pero en un principio todos salen de allí.
Un día, cuando ya estaba hasta el gorro, me fui de cumpleaños. Ese día me encontraba un poco mal. Una amiga me dijo que no fuese a trabajar al día siguiente, que dijese que estaba enferma. Así que pensando en la idea me empecé a encontrar mejor y mejor y me quedé de las últimas en el cumpleaños. La última era la cumpleañera, claro está. Al día siguiente llamé a la empresa y dije que estaba mala. En aquella época mi compañera de piso estaba en paro. Era jueves y sobre la una del mediodía nos pusimos a beber vino, a charrar de nuestras cosas y a comer pipas. Cuando se nos acabó la segunda botella de vino decidimos bajar a por otra botella más y a comprar una baraja para jugar a las cartas. Al ir hacia la tienda pasamos delante de una tienda de tatus y piercings. Yo alguna vez había pensado hacerme un pendiente en la oreja pero, nunca había encontrado el momento oportuno. Como estaba contentilla con el efecto del alcohol, me decidí y entré directa a hacérmelo. Mi compañera de piso intentó disuadirme alegando que me encontraba bajo los vapores etílicos y bajo el subidón que produce revelarse a la empresa. Pero como ya sabéis, no lo consiguió, porque luzco orgullosa un precioso pendiente en el ángulo superior de mi oreja derecha.

19 diciembre, 2005

Mis ojos


Bueno, puesto que estais dejando la foto de los ojos, dejo los míos también. Aunque creo que de una foto no se puede sacar nada. Es mejor ver a la persona en vivo porque a la foto le falta la gestualidad que es lo que expresa en verdad cómo es el dueño.

Oficios

Hasta ahora la gente que yo conocía tenían trabajos normales. Bueno, lo que yo considero trabajos normales. Es una estupidez porque no se puede aplicar el término “normal” así como así. Simplemente, para mí normal es lo que estoy acostumbrada a tener a mi alrededor. Así, normal para mí es informático, porque la mitad de la gente que conozco lo es. O trabajos que tengan que ver con despachos y ordenadores. También es normal para mí los trabajos de mecánico, tornero, fresador... y es que mi padre es rectificador. Ya es más extraño el de sastre, mi abuelo lo era. Estoy más acostumbrada a ver a mujeres que cosen que a hombres. Este fin de semana hablando con un chico que conozco, resulta que me he enterado que es herrero. Bueno, el hermano de mi abuelo era herrero, pero claro, contemos años, que el hermano de mi abuelo tendría ahora 100 años o por ahí. Luego, pensando, pensando me acordé que el novio de una amiga es carpintero. Dos oficios para mí bastante exóticos para el año en el que estamos. Me enteré que claro, los dos oficios son bastante necesarios en la construcción de casas. Además me gusta mucho escuchar qué es lo que se hace en cada uno de los trabajos. Así que estuve escuchado embobada para qué sirve y qué es lo que se hace. Nada que en el siglo 21 y yo alucinando porque alguien tenga un oficio de los de toda la vida.

15 diciembre, 2005

Secretillo


Un secretillo: Ayer casi me echo a llorar. Ya sé que es un poco patético pero, no lo pude evitar. Se supone que parece que tengo mucha jeta, pero no. En realidad, no es así. Llegué a cantar jotas como todos los miércoles y cual no es mi sorpresa que me encuentro a la rondalla al completo en la sala. Yo sólo he cantado hasta ahora delante de 4 personas contadas. Y aún así me pongo muy nerviosa. Pues tuve que cantar delante de, no sé, puede que fueran 15 personas o por ahí. ¡Qué horror! Salí temblando. Eran los de la rondalla solamente, no había ni público ni nada pero, no lo pude evitar. En vez de conseguir que me vibrara la voz, conseguí que me vibrara de forma totalmente involuntaria la cara. Para ser exacta, los monfletes. Cuanto más pensaba que tenía que relajarme, más nerviosa me ponía. Yo sé que canto bien. No soy Montserrat Caballé pero, entono bien. Pero, tengo un miedo escénico horroroso. Él me domina a mí en vez de yo a él. ¡En fin! Cuando salga a cantar en público por primera vez no sé lo que haré.

14 diciembre, 2005

UUUUUFFFFF

Lo siento mucho pero, necesitaba escribirlo. No soporto que me toquen. Bueno, no soporto que mis compañeros varones de trabajo me toquen en horas de trabajo. Considero que hago muy bien mi trabajo, y no sólo como mujer, sino como persona. Entonces, por qué se empeñan en cogernos con gestos cariñosos como si estuviésemos de ligoteo en un bar. Aaaaggggg!!!!! No lo soporto. ¡Y luego que soy brusca! Conocida por mi mala leche. He tenido que advertir a un compañero que no me gusta que me toquen y que no lo volviera a repetir. Vale sólo me ha cogido el brazo, pero han sido unas cuantas gotitas sumadas. Quizá mi vaso es muuuuy pequeño pero, prefiero dejar las cosas claras porque si no llega un día en el que reviento y en vez de reaccionar verbalmente, hubiese reaccionado gestualmente. Vamos, que si aguanto más le meto una hostia que lo fundo vivo. Además soy una persona que deja claro desde el principio hasta donde se puede llegar. No sólo lo expreso diciéndolo. Lo expreso a través de mi comportamiento. Soy más clara que el agua cristalina!!! De verdad! De todas maneras, aún no he visto a este chico coger de la cintura a los hombres, jugar con sus cosas, agarrarles del cuello. Nada, a los hombres nada. Pues nada, A LAS MUJERES TAMPOCOOOOOO!!!!!!Me calmo en media hora. Puuuuffff!!!!

Mis amigas

Bueno, hoy me apetece hablar de mis amigas, de las de Zaragoza, porque claro en barna también tengo algunas. Las de aquí son 6, bueno las del grupo porque tengo 2 más que se llaman igual y para diferenciarlas tengo que nombrar siempre el lugar de procedencia de las dos. La una es de Huesca y la otra es de Soria. Las otras 6 las nombro a continuación:
I.- Ya se ha hablado de ella en otro blog. Nombrando los mundos de I. A todas las demás las conozco gracias a ella. Esta sería como la spice deportista. Lo ha probado creo que todo. Pero, para mí es la nadadora. Físicamente es alta y con tipazo, que si un día le quito el cuerpo yo me vestiría de licra. Tiene un carácter super afable, casi nunca se enfada y además siempre que alguien tiene un problema está ahí para animarle y para escucharle. La verdad es que se hace muy fácil quererla. Salvo por la música porque ¡qué horror! ¡escucha cada cosa! Bueno, que si hay que ir a los bares que le gustan se va pero, preferiría ni acercarme. Jajajaja!
Gatita.- Bueno, esta es mi hermana. Lo de gatita ya sabe ella por qué va. Nos parecemos físicamente pero, ella es la “hermana guapa”. Mi abuela un día arreglándonos me dijo que yo ligaría porque ligarían con mi hermana y el que sobrara del grupo ya se acercaría a mí. Tiene mucha verborrea y le gustan mucho las competiciones dialécticas. Es capaz de decirle a alguien que es idiota con la sonrisa en la boca y de tal manera que el otro no se entera de lo que le está diciendo. Esta sería la “barbie montañera”. Le encanta la montaña y andar hasta reventarse. Si en algo se gasta una pasta gansa ya os digo yo que sería en unas botas de montaña o en un forro polar.
Policía.- Esta es mi compañera de piso. Creo que es la más alta de mis amigas. Yo es que soy la enana del grupo (con 1,64m). Es bastante tozuda, jejeje, se nota que es maña. Es muy independiente y bastante dura, aunque en el fondo eso es sólo una armazón porque es cuanto se lo quita uno se da cuenta de lo tiernecita que es. Si me he puesto alguna vez mala, aparece con su vaso de zumo para la enfermita. ¡qué maja! Con ella congenio mejor en gusto musical y zonas de bares. Puff! Menos mal!
Brigit.- Es la hermana de Policía. A mí me parece que se da un aire a Brigit Bardot. Es muy dulce y bastante tranquila. No lo sé pero, juraría que nunca se ha enfadado. De hecho parece muy joven y yo creo que se debe a eso en parte. Tiene una risa muy contagiosa. Además es otra persona con la que congenio en bares de marcha.
Madrileña.- Se fue a vivir ya hace un par de años a los madriles. Es la peluquera. Físicamente es bastante llamativa. Un día yendo con ella por la calle se volvía todo el mundo y os aseguro que a mí no me miraban. Si tuviese que ser alguien de sexo en nueva york, sería Samantha. La vergüenza se la debió dejar en el jardín de infancia. Es muy extrovertida e impulsiva. Por cierto, tiene el mismo mal gusto en música que I. Jajajaja! Cuando se juntan las dos, pretenden arrastrarnos a las demás a sus bares. ¡Qué horror!
Catalana.-Jejeje! Esta sería la spice pija. Si lo lee, me mata. No le hace mucha gracia estar en Barcelona pero, no le queda más remedio. Le gusta mandar bastante pero, cuando estaba en barna yo, me ayudó unas cuantas veces con mis tristezas. Es bastante despegada pero, si la agarro y la achucho se nota que le gusta que le mimen.

13 diciembre, 2005

El Cuadro de Bifrontismo

Cuando escribo aquí, cuento las cosas tal y como las pienso en el momento. Esto es peligroso porque la gente se hace una idea diferente a lo que normalmente pensarían de mí si me conocieran en persona. Normalmente cuento las mismas cosas más o menos. Cuando cuento cosas malas que me han pasado, las cuento de manera graciosa y riéndome de ellas. Cuando hablo de amor o de desamor voy de chulita y parezco la persona más dura del mundo. Generalmente la cara de la moneda que doy es la de tener bastante mala leche y de ser super abierta. En realidad, lo de ser super abierta, es mentira. En realidad, me da bastante vergüenza tratar con la gente. Lo de la mala leche es verdad, aunque también he de decir que he aprendido a trasformar mi tristeza en mal genio. Cuando estoy triste, no hay quien me respire cerca y parece que esté enfadada.
Cuando trabajaba en Barna, la gente creía de mí que era muy fiestera, cuando en realidad no lo era. Sólo que aguantaba de fiesta hasta las 4 de la mañana siendo que al día siguiente había que trabajar. Claro, que me daba lo mismo que hubiese que trabajar o no, simplemente ese es mi tope. Y no es la edad, siempre he aguantado lo mismo. Además tengo tolerancia cero al alcohol, así que se pensaban que bebía bastante porque me veían contentilla cada fiesta. En realidad con la primera copa ya voy de medio lado y no aguanto muchas más.
Últimamente estoy bastante sensible y me entran ganas de llorar con oír una canción romántica. Pero, por supuesto esto no lo admitiría si tuviese que dar la cara y como mucho admitiría que se me ha metido humo en los ojos. Me imagino que también me afecta el tiempo, frío y nublado. Espero que llegue la primavera para que me altere los sentidos.
Bueno, que si veis a alguien totalmente diferente a lo que yo escribo aquí, dad por seguro que soy yo.

12 diciembre, 2005

Fin de Año

Se admiten propuestas. ¿Qué vais a hacer para fin de año? Estamos mis amigas y yo con esta pregunta. No sabemos qué hacer. Seguramente iremos a la Morrisey como última opción y porque creo que no hay cotillón. Espero vuestras contestaciones.

La Excursión


El jueves de esta semana pasada se me llevaron de excursión a la montaña. No sé si alguien ha visto alguna vez la serie “Sexo en Nueva York”. Bueno, pues yo sería la versión cutre y maña de Carrie. Vamos que no me puse zapatos de tacón y falda de milagro. Se supone que nos íbamos con dos expertos montañeros, mi querida hermana y un amigo suyo. Bueno, pues en la montaña se deben de guiar maravillosamente bien pero, en mitad de un pueblo como que no. Porque si no es por una amiga y yo, estamos dando vueltas alrededor de una misma manzana durante dos horas. El principio de la excursión (en Alquezar) es todo cuesta abajo. Yo estrenaba unas preciosas botas de montaña, botas que me regaló mi querida hermana porque a ella le hacían mucho mal. A día de hoy (veamos han pasado....4 días) todavía llevo morada la pierna e hinchada. Al cabo de 5 minutos, minuto arriba, minuto abajo, yo ya no podía bajar más. Subir todo lo que quieran, a mi ritmo pero, podía. Ahora bajar, ni de coña. Empecé a aguantar el peso de mi cuerpo con los brazos porque las piernas al apoyar el peso sobre una de ellas, me temblaban de falta de fuerza. Mi amiga quería gastar energías y andar y andar para desfogarse pero, con un lastre como yo, no pudo desfogarse demasiado. En fin! Al regresar a casa, yo estaba con fiebre, cosa que no me extraña. Así que el domingo se fueron a hacer esqui de fondo y yo me quedé tranquilamente en casita que se está muy bien. Y el ejercicio que hice fue ir del Sephora a El Corte Inglés y de éste al FNAC. Y ya tengo los regalos de Navidad.

02 diciembre, 2005

Hasta luego!

Jejejeje! Toooooda la semana que viene estoy de vacaciones. Bieeeeeennnnnn!
Nada más que decir.
Que lo paseis bien.

01 diciembre, 2005

Mi último día


El penúltimo día de estar trabajando en Barcelona, me fui de despedida por ahí con todos mis amigos. Montamos una cenita, me hicieron un montón de regalos y nos fuimos de fiesta a quemar las calles de Barcelona. Me lo pasé en grande. Me lo pasé tan bien que a las 7 de la mañana pensé ir a dormir porque claro, aún me quedaba un día más de trabajo. Total que yo entraba a las 9 a trabajar y ese día, me dio por ir a mi hora a la empresa. Así que habría dormido un total de una horita. Fantástico! Sobre todo pensando que a mí el alcohol me afecta un montón. Así que el último día era altamente inflamable. Creo que no pude fumar porque si no hubiese ardido en llamas. Me pegué 2 horas seguidas navegando por internet, tomando café, hablando con mis compañeros...todo menos trabajar. Todavía tenía que terminar una modificación en un enlace entre dos sistemas, que estaba hecho en java. Yo no tenía ni idea de java. A eso de las 11 de la mañana, se me ocurre una genial idea! Llamo a mi jefe que estaba en la planta de arriba y le digo:
“Oye mira, que he pensado que como hoy es mi último día y voy todavía borracha, que no voy a trabajar. Es que no me ha dado tiempo todavía a asimilar el alcohol y total, no me vais a echar, porque la que se va soy yo”
Mi jefe en ese momento era un pijo redomado de estos que miran por encima del hombro a sus superiores, cuando se han criado con menos dinero que ellos. Vamos, de cuna rica y muchos humos. De los que te sonríen mientras notas como te están clavando la daga por la espalda.
Por supuesto, me dijo que ni de coña. Que terminase inmediatamente el enlace. Que era cuestión de vida o muerte! Y claro, la muerta sería yo.
Así que como ese día estaba en plan relaciones públicas, me subí a hablar con Susana, una experta super friki en java. Le pregunté cómo hacerlo y no sólo me dijo como hacerlo, sino que me lo picó de arriba abajo en tres minutos, segundo arriba, segundo abajo. Vamos, que yo no le veía ni las manos sobre el teclado. Total de mi último día:
De 9 a 11: Café, navegar por internet...
De 11:01 a 11:09: Llamada telefónica a mi jefe
De 11:10 a 11:20: Subir las escaleras y búsqueda de Susana.
De 11:20 a 11:30: Comentarle mi problema con java
De 11:31 a 11:34: Esperar a que terminase de picar ella
De 11:35 a 11:45: Bajar las escaleras
De 11:46 al final de la jornada: Más café, más navegación por internet, mirar infojobs, más relaciones públicas....
Final de la jornada: Llamada a mi jefe para avisar que ya había terminado lo que me había pedido.Tiempo efectivo de trabajo: NADA DE NADA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Clase de electrónica


Clase de electrónica, 2º de BUP. Un profesor (rondando los 45) a su única alumna (rondando los 16) de la clase de EATP:
- Por favor, podrías traerme el voltímetro del armario?
- Por supuesto.
El armario de la clase era de estos empotrados que son como un cuarto trastero. Dentro cabían varios armarios metálicos en los cuales se encontraban ordenados todos los componentes electrónicos y los aparatos que se utilizaban en esa clase. Tenía tal tamaño que el armario tenía incluso su propia luz interior.
La alumna entró dentro a buscar el voltímetro que se hallaba en el armario metálico del fondo. De repente, oyó como se cerraba la puerta y se giró para ver que ocurría. Sobre la puerta cerrada, se encontraba apoyado el profesor que había entrado dentro y con voz melosa le dijo unas palabras en inglés. La alumna histérica y medio chillando:
- Yo soy de francés y no entiendo ni una palabra de lo que dice. Haga el favor de abrir la puerta que tengo que salir. Ya tengo el voltímetro.Y el profesor, abrió la puerta y la dejó salir.