31 enero, 2006

El Alquimista

Actualmente me estoy leyendo El Alquimista de Paulo Coelho. Me he metido en internet buscando por ese título y me he encontrado con una crítica negativa. Está totalmente razonada y para gustos están los colores. Al señor en cuestión no le ha motivado en exceso. A mí me está gustando bastante. Yo no soy una gran lectora. No soy de las que se lee todo lo que cae en sus manos. Y menos libros espesos, tienen que ser livianos para que yo los devore. Al señor Humberto Eco, por ejemplo, he intentado leerlo en alguna ocasión pero, es superior a mis fuerzas, lo dejo al principio. Leo libro tras libro pero, en absoluto sesudos. Éste libro me está gustando mucho. Me gusta la idea de la búsqueda de la leyenda personal y de que el mundo conspire para conseguir que la cumplas. Muchas veces nos aferramos a lo que nos ha impuesto la sociedad y no nos atrevemos a hacer lo que nos gustaría hacer en realidad. En el libro el pastor tiene que perder todo lo que tenía para encontrar su verdadero camino. Leyéndolo me acuerdo de algo que hice y de lo cual me siento muy orgullosa. Al principio me daba vergüenza decirlo. Sólo me sentía a gusto en mi círculo de amigas. No quería seguir más en Barcelona pero, no me podía volver porque a pesar de haber echado currículums a diestro y siniestro en Zaragoza, no me llamaban de ningún sitio. Así, que me presenté a un anuncio de vender pisos. Hablé con mi amiga la poli porque un amigo suyo trabajaba allí y así me echarían una mano. Me cogieron a trabajar allí. No me gustaba el trabajo y el horario era super extenso, a pesar de trabajar poquito. Me daba vergüenza admitir dónde me iba a trabajar. Esa vergüenza es la influencia que la sociedad tiene sobre mí. Pero, sin embargo me sentía muy bien conmigo misma porque sabía que había mucha gente en mi situación pero, que nadie tenía la valentía de irse así. El pastor vendió sus ovejas y se fue a Marruecos para buscar su tesoro. Yo dejé mi trabajo y me volví a mi Zaragoza querida, que era precisamente lo que deseaba hacer. Un mes más tarde me llamaron de mi empresa actual. Seguro que si no me hubiese arriesgado aún estaría allí.

Cómo me la imagino

Bueno, un día describí a unas amigas o por lo menos tal cual las veía yo. Hoy me toca describir a otra persona. Hoy es su cumpleaños. No nos llevamos ni tan apenas 2 meses. Yo la veo como una persona super responsable. También es cómo me la ha hecho ver I. Tiene una risa contagiosa y siempre tiene los ojillos felices, o por lo menos es lo que me parece a mí. Además su aspecto es de que te entran ganas de abrazarla, así como muy tierna. Y todavía guarda algo de niña en sus gestos, sobre todo cuando sonríe, se puede observar como era cuando era pequeña.
A parte de bolsos, había que regalarte otras cosas. Yo te regalo mi artículo de hoy. Un beso y felicidades guapetona!

27 enero, 2006

Final de Enero

Bueno, este fin de semana es San Valero el rosconero, patrón de Zaragoza. Así que todos a comer roscón el domingo. Y por ser las fiestas de aquí se celebra La Trobada, un encuentro de grupos folclóricos. Así que voy a cantar por primera vez delante de público y todo y vestida de baturra. Ay! Qué nervios! Menos mal que sólo es una jota y además es con un montón más de cantadores, porque lo hacemos en plan coro jotero.
Un beso a todos y a pasar buen y largo fin de semana.

26 enero, 2006

Una de Bon Jovi

De todo el mundo es sabido mi dominio de los idiomas. De hecho ya dediqué un bonito artículo a mi clara pronunciación del inglés. Aún así y sabiéndolo conseguí confundir a mis compañeras de la residencia de por aquel entonces (Ay! Madre mía! Hace 11 años!). Yo me encontraba en la habitación de al lado, con una amiga mía, hablando de nuestras cosas. Era segundo de carrera y como primero me había ido bien pues decidí tirar por la borda todo lo que había hecho, sin estudiar nada de nada en ese curso académico. Pusimos la radio para entretenernos y de repente empieza a sonar lo último de Bon Jovi. Si la música tuviese colores, a mí me gustaría la música rosa pastel, ya me entendéis. Me encantó y salí disparada a mi habitación para contárselo a mis compañeras.:
- ¡Chicas! Acabo de escuchar la última de Bon Jovi. Dice unas cosas muy bonitas. “...si mis lágrimas fueron en vano y otra vez yo te amé demasiado, como yo nadie te ha amado...” Aish! Qué bonita!
- ¡Ala! ¡Para no haber dado inglés nunca dominas una pasada!¡Cómo es posible que la hayas traducido! La he escuchado antes y casi no he entendido nada. Me dejas alucinada. Tú vales para los idiomas ¿eh?
La escuché en Cadena Dial. Jejeje.

Que siga la función

¿Cuál es mi función en este mundo? Es decir, para qué estoy diseñada. Cada persona es diferente de las demás, así que cada uno debería tener una función en este mundo y me gustaría saber cual es la mía. Y ¿ya he cumplido mi misión? ¿O todavía tengo que esperar? Y yo soy protagonista o simplemente estoy diseñada para ser atrezzo de otra persona. A lo mejor el protagonista es otro y yo simplemente estoy aquí para pasar a su lado alguna vez y no notar que todo está vacío. De todas maneras...que siga la función.

24 enero, 2006

Días de verano


Cuando yo era pequeña los domingos por la mañana nos íbamos con mi padre y mis hermanos hasta la Cartuja. Cogíamos las bicicletas y nos íbamos a pasear. A veces parábamos al lado de alguna higuera y cogíamos los higos que nos ofrecía el árbol. Si el día anterior había llovido, íbamos por los ribazos a buscar caracoles. Alguna vez recuerdo que mi padre tuvo que disculparse ante el labrador por estar metiéndonos es sus campos. No sé si alguna vez conseguí coger un caracol válido. Recuerdo que siempre me decían que lo que yo había cogido sólo eran caracolas. Había que cogerlos gordos y oscuros. Las blancas no valían. También recuerdo ver muchas babosas. Qué curioso! Me gustan los caracoles un montón y las babosas me parecen repulsivas y ya no digamos si tengo que pensar que me las voy a comer. Puaj! Otra cosa que hacíamos con mi padre era coger regaliz. Él trabajaba al lado de lo que es ahora el Príncipe Felipe. Justo donde están los aparcamientos de enfrente, antes no había nada. Sólo crecían unas matas de regaliz. Íbamos allí y con cuidado desenterrábamos las plantas para sacar la raiz. Luego cuando llegábamos a casa lavábamos bien las raíces y las cortábamos. Y finalmente yo las regalaba en clase porque nunca me ha gustado el regaliz.
Si alguna vez soy premiada con la maternidad, no seré capaz de regalar a mis hijos esos momentos tan bonitos que mi padre me regaló a mi en esos fines de semana.

T.V.


La poli y yo nos fuimos a comprar un televisor. La verdad es que en casa teníamos uno, pero era demasiado pequeño, de palmo por palmo (yo es que esto de las pulgadas sigo sin cogerlo). Habíamos estado mirando unos cuantos en el Crastinente pero, el que nos gustaba justamente no lo tenían mas que expuesto y el del expositor no nos lo vendían. Así que volvimos a pasar por Minó. Como todo el mundo sabe Minó está dentro del propio centro comercial del Crastinente, así que todavía íbamos con el carro de la compra llenito a rebosar de comida y demás artículos. Para entrar a la tienda nos turnamos, ya que no queríamos molestar con el carro de la compra. Primero entró mi amiga, la poli, a ver precios, tamaños, etcétera. Luego salió a quedarse con el carro y me dijo que mirara unos que le habían parecido bien. Entré y me quedé mirando dos que había en la esquina, cuando de repente se acercó un amable dependiente:
- Hola buenas, ¿qué desea?
- Hola, mire estábamos mirando televisores y la verdad es que nos han gustado estos dos de ahí pero, un momento porque vamos con el carro de la compra y nos vamos turnando para entrar.
- Tranquila, no pasa nada, podéis entrar con el carro. ¿Qué has venido¿ ¿Con tu novio?
- <Cara de idiota, no no es mi novio es mi... es mi... es mi...>
- Ah! ¿Perdona con tu marido?
- No, no, he venido con... <segundos larguísimos... compañera...no que pensará que soy lesbiana (qué más le dará a él)... amiga... no no, eso es peor, también parece que lo sea. Ya sé! > ...con mi compañera de piso.
- <Sonrisa de medio lado y arqueo de ceja> Ah! Compañera de piso...ya! Bueno, pues dile que entre.Fui a buscar a la poli toda colorada y entró con el carro. Entonces el dependiente nos enseñó varios televisores pero, uno de ellos era demasiado grande.
- No, tan grande no puede ser porque se nos va a comer todo el salón. (yo)
- Istérica, no digas eso que se va a pensar que tenemos un salón muy pequeño. (la poli)
- Ah! No, no, el salón está muy bien de tamaño pero, está dividido en dos ambientes (yo)
- Jajajajaja! Dos ambientes! Jajajaja! (la poli)
- <tierra trágame> (yo)
Al final el televisor nos lo compramos allí y el dependiente seguro que ese día tuvo una anécdota a contar.

23 enero, 2006

Vergüenza Ajena

El sábado nos pusimos a hablar del sentimiento de vergüenza ajena. Estábamos las tres de acuerdo que no hay sentimiento más estúpido que ese en concreto. Todo empezó porque en plena calle Alfonso me puse a silbar la canción de Los Gavilanes, telenovela que no he visto en la vida pero, cuya canción me sé debido a la insistencia de los medios. Les dije que ya podían avergonzarse de mí (soy capaz de hacer mucho el memo, mientras: a.- la gente de alrededor no la conozca en absoluto o b.- la gente de alrededor la conozca un montón ). Una de mis amigas me dijo que la única manera que se avergonzaría sería si fuese capaz de meterme en su cuerpo y hacerle silbar la canción a ella. Sé perfectamente que es inútil sentir vergüenza por lo que puedan hacer los demás pero, también sé que las pocas veces que he visto Crónicas Marcianas, he sido incapaz de verlas de seguido. Tenía que cambiar de canal de vez en cuando porque la “vergüenza ajena” me devoraba. Y en ese caso en concreto el sentimiento era todavía y si cabe más estúpido, ya que es algo que están poniendo en la televisión.
Total, que entre la vergüenza propia y la ajena, me rodeo de lastres inútiles, que sé que lo son pero, que soy incapaz de librarme de ellos.

20 enero, 2006

Deep

Hace unos cuantos blogs puse una foto de la muñeca barbie. Era un artículo de vaciar el cerebro. Esta vez no puedo vaciarlo porque no tengo nada dentro. Estoy super mega profunda. Vamos que estoy tan sumamente profunda que mi preocupación de hoy es: "Qué corte de pelo le digo a la peluquera que me haga" Es de lo único que hoy me voy a preocupar. Me apetece, salir corriendo de la oficina, ir corriendo a casa, comer lo primero que pille en la nevera, todo esto porque he cogido la hora de la peluquería demasiado pronto, y acudir allí. Calculo que me pegaré sentada unas 2 horas y media o por ahí. Mientras me tocarán la cabeza y me repasaré todas las revistas del corazón habidas y por haber. Es mucho mejor que acudir a clases de relajación de cualquier tipo. Y la siguiente cosa que ocupa mi vacío cerebro es: Dónde voy a quedar con mis amigas y como me las apaño con todas. Claro, está la de Huesca que se queda y que me apetece mucho verla y salir con ella por ahí. Además ya se lo dije ayer que aunque fuera nos tomaríamos algo y así le enseñaba mi nuevo look. Luego está la de Soria que está de baja pero, ahora ya puede darse alguna vuelta muy de tranqui, es que está embarazada y hay que cuidarla. Y por supuesto las de siempre, que también las quiero ver y estar un ratico. Aish! Ser tan profunda me estresa, me tendré que bajar a tomar el almuerzo y a cotillear con una de mis amigas del curro (sí, ya están la ricitos y la rubia metidas dentro del saco de amigas, que saben más de mi vida que mi madre, que me parió)

19 enero, 2006

Anochecer

Ahora mismo toda mi oficina está en silencio. Tan sólo se oyen las pulsaciones sobre el teclado de los aquí presentes y un lejano murmullo de los coches que pasan por unas calles alejadas. Por la ventana aún puedo ver la luz del sol, mezclada con el reflejo de los fluorescentes sobre el cristal. He abierto hace un rato la ventana para refrescar un poco el ambiente y a través del hueco que he dejado está entrando una brisa muy agradable. Me siento relajada. Incluso puedo respirar profundamente y notar esa brisilla rozándome el rostro. Hace 2 minutos escasos que me ha entrado algo de fresco, así que he cogido la chaqueta de lana y me la he puesto. Prefiero ponérmela ha cerrar la ventana. Esta sensación me trae recuerdos al verano en el pueblo. A cuando anochecía y refrescaba el ambiente y me recorría un escalofrío por toda la columna vertebral. O a cuando estudiaba en la Almunia y nos salíamos por la noche a las escaleras de incendios de la residencia, simplemente a relajarnos. Esta sensación no la logra el yoga. Me están gustando mucho estos días que hace sol. Lástima que estemos en Enero y que seguramente aún quedan muchos días de frío y de cielos nublados. A mí es que estos días me hacen sentir que merece la pena estar aquí.

El color del cristal

Hace unos años estábamos en el baño de casa de mis padres pintándonos mi prima, mi hermana y yo. Nos íbamos de fiesta loca las tres por ahí. En esto que pasó mi abuela delante de la puerta y les dijo a mi hermana y a mi prima: “Con lo guapas que estáis seguro que ligáis esta noche”. Inmediatamente se giró hacia mí y me dijo: “Tranquila cariño, que del grupo de chicos el que sobre se pondrá a hablar contigo que eres muy maja”. En realidad no me afectó en absoluto lo que me dijo, me hizo gracia que se le viera tan descaradamente el plumero. Todo esto viene a cuento por algo que me dijo una persona este fin de semana. Podía no haberme dado por aludida pero, no lo pude evitar. Me comentó la persona en cuestión que las chicas guapas no suelen tener estudios porque cuando están en el instituto ya llenan sus vidas con otras cosas que no son los estudios. Vamos, que como son el centro de atención, no se proponen estudiar porque están pletóricas ya con su vida. Y que el resto: “complementáis la falta de belleza con simpatía y con otras cosas”. La utilización de la segunda persona del plural me hizo sentir del grupo de las feas pero simpáticas. A ver, que yo tengo espejos desde el día que nací. Sé perfectamente como soy. Ni soy guapísima, ni la gente me escupe por la calle. Tampoco soy una genio, ni absolutamente estúpida. Ni gorda, ni flaca. Y así podría seguir hasta el infinito con todos los extremos de adjetivos que existen. Sé que me encuentro en el centro. Podría describirse, para ser hiriente, que soy mediocre, porque me encuentro en el medio. Pero, yo prefiero pensar que así:
a. Yo me encuentro en el medio
b. La virtud se encuentra en el término medio
c. Por eso yo estoy llena de virtudes, así que soy una virtuosa.
A pesar de lo que me dijeron, tanto mi abuela como el “simpático” de mi amigo os juro que no asusto ¿eeehhh? Que soy normal.

18 enero, 2006

Primavera ya se yergue III

El título está sacado de la siguiente canción. Y no, no la he escrito yo (más quisiera).

Viste el sol fulgentes galas con desdén de gran señor,
mas la tierra le cautiva y la besa con amor.
Se estremecen nuestros campos y su aroma tan sutil,
por los aires se derrama perfumando el mes de abril.

Primavera ya se yergue con el beso despertó,
y se viste con las flores que en los campos encontró.
Se levanta presurosa, echa a andar sin escarpín
y al tocar sus pies la tierra cada paso es un jardín.

Primavera ya se yergue II

A ver que sigo con lo mismo. He comido por ahí con una amiga y al pasar por la Plaza de España leo lo que pone en el reloj con temperatura: 16 grados. Bien! Ya estamos en plena primavera, jejeje! Así que ahora es cuando toca hacer varias cosas:

- Renovar el vestuario. (comencé el fin de semana gastándome una pasta...)

- Perder unos kilos. (pues con lo que me gusta a mí comer... no sé cómo lo lograré)

- Cambiarme el pelo (esto ni es novedad, mi familia y amigas nunca recuerdan de qué color o qué tamaño tiene mi pelo)

- Finalmente buscarme un nórdico: Sí, como los nórdicos de la cama pero en tío, claro. Es decir un tío que me caliente la cama. La idea no es propia, claro, la he copiado de una amiga que está en un pueblo frío, frío. El nórdico en cuestión ha de tener sangre en las venas porque por ahí hay alguno con horchata y muebles ya tengo suficientes en la casa.

¡Qué calor que hace en este p... trabajo!

Primavera ya se yergue

Llevaba algún tiempo aburrida en mi vida. Menos mal que empiezo a sentirme otra vez como una montaña rusa. Un día estoy exultante, emitiendo rayos de felicidad a mi alrededor para que todo el mundo se contagie y al día siguiente pienso que todo esto es una farsa y que no pinto nada aquí. Yo no soy una persona depresiva. Es más, si soy algo es estúpidamente optimista. Si se pudiera pintar en una gráfica (no olvidemos que soy de ciencias) el estado anímico de las personas, el mío nunca puntuaría en escala negativa. Ahora, sería muy complicado de describir con una ecuación matemática por mis subidas y bajadas. Y eso ahora que estamos en Enero. Estoy temiendo la llegada de la primavera porque estaré muy malita.

17 enero, 2006

Manías

Acabo de leer a Dorian y a Susej con sus manías. Y acabo de ver que Susej me pasaba el testigo. A ver, a ver qué manías tengo.
Para empezar creo firmemente que ser supersticioso da mala suerte. Esta frase analizada con la lógica, seguro que da alguna cosa rara. Por lo que:
- Intento no cruzar ni piernas, ni brazos, ni dedos si necesito un golpe de buena suerte.
- Nunca le pido nada a Dios, porque da mala suerte pedirle, sólo le agradezco. Pedirle, le pido a la Luna (sí estoy pirada y qué!)
- Si paso cerca de un andamio o escalera, tengo que pasar por debajo.
- Nunca repaso nada, ni exámenes ni artículos del blog, porque cuando repasas las cosas siempre es para empeorarlas.
- Cuando cruzo de acera, tengo que llegar antes a la acera contraria, que los coches al paso de cebra porque da mala suerte.
Supongo que tendré alguna cosa más pero, ahora mismo, como que no me acuerdo!

12 enero, 2006

Otra vez más


Otra vez más me voy para mi ciudad adoptiva. Bieeeeennnnn! Y además en tren que me voy, que me lo paga la empresa! Ufff! Qué nervios! Espero ver a un montón de gente, a ver si es verdad y espero también ver el mar.

Habilidad social

Hay algunas personas cuyas habilidades sociales son nulas o incluso que puntúan en negativo en la escala normal del 0 al 10. Ese tipo de personas me hace creer que no son normales o que su coeficiente intelectual roza sutilmente la línea que separa las personas de inteligencia normal de las personas con discapacidad intelectual. Nada más lejos de la realidad. Yo por ejemplo, no me caracterizo precisamente por tener esa capacidad muy desarrollada. Conozco también a un chico, profesor de la facultad de matemáticas que se sacó la carrera en 4 años cuando era de 5 y con matrículas y que se comporta, mejor dicho, se comportaba ya que hace años que no le veo, como si tuviese 5 años y jamás se hubiese relacionado con nadie. Tenía cero en malicia y decía las cosas tal cual las pensaba. Si le gustaba bailar una canción, lo hacía con su propio ritmo, aunque el resto de la gente le estuviese mirando atónitos. Y él creía que lo miraban de buen rollo porque estaba animado. Si le gustaba una chica simplemente se acercaba a ella y le decía que era muy guapa, mientras la miraba tiernamente. Estoy hablando de un adulto de por aquel entonces 30 añitos de nada. Claro, cuando yo me metí a estudiar informática, como le gustó la idea se puso a estudiar por su cuenta y en un mes ya desguazaba videojuegos por dentro, cosa que no tengo ni idea yo. Fue medalla de oro en las olimpiadas matemáticas del 88.
Todo esto viene porque ayer, tuve que tratar de nuevo con otro chico con habilidad social nula. Creo que tiene 33 años y va acosando a una chica muy mona que baila jota con él que tiene 23 años (no es tonto, es guapísima la chica). Estábamos esperando a que llegase alguien para darnos clase (yo canto y él baila). Sé que soy bastante distante con él porque no sé como hablarle ni qué decirle, a parte que siempre pregunta por la vida particular de cada uno y a mí me gusta contarla a quien me da la gana, no a quien me pregunta. Salió del centro cívico un momento a mirar su moto y volvió a entrar dentro y sin mediar más palabra me dijo: “¿Qué tal tu novio?” A ver, yo nunca he dicho ni que tengo ni que no tengo novio, simplemente voy a cantar y hablo de chorradas en canto. Así que me quedé con cara de gilipollas mientras pensaba por qué leches me estaba preguntando eso. Antes de poder contestar siguió: “Ah! ¿O es que no tienes novio? Entonces si no tienes, te gusta alguien de arriba?” Se refería a alguien de jota. A ver, subnormal, a jota voy los miércoles que casi no viene nadie pues todo el mundo va los jueves y de tíos sólo vais el que nos lleva, tú y a veces vienen unos jubilados que tocan la guitarra. Los jubilados como que no, aunque en su época podrían haber estado bien pero, no. El que nos lleva está felizmente casado con una chica muy maja que viene también los miércoles y que además están esperando un retoño. Y tú, jajajaja, no me hagas reír por favor! Todo esto lo pensé claro, no lo dije, soy cruel interiormente. De hecho estuve a punto de preguntarle si era idiota, pero tuve miedo porque a lo mejor sí lo es. Sólo me puse a chillar y a decirle que no, que no tenía novio, que no era de su incumbencia y que esas cosas no se preguntan a nadie. Y que no me conocía de nada para venirme haciendo esas preguntas. Estuve a un pelo de decirle que no tenía novio porque soy lesbiana y vivo con mi pareja. Igual se me desmayaba. Jejejeje!

11 enero, 2006

El cursillo de verano


Miriam corrió por encima de las piedras muy muy deprisa. Su madre intentó alcanzarla pero con sus patitas le fue imposible. ¿Cómo una arañita tan pequeña puede correr tanto? Salió completamente empapada. Al final, bastante alejada la cogieron en una cueva de las proximidades. ¿A dónde vas? ¿Dónde están tus padres? A lo cual Miriam sólo contestaba con otra pregunta ¿Qué hora es? Mientras tanto pensaba que no les iba a decir donde vivía hasta las 12.Pilar estaba cansada. Bueno, más que cansada estaba asustada. A penas sí sabía sostenerse ligeramente sobre la superficie del agua y en la clase le hacían recorrerse la anchura del charco entero. No era un charco cualquiera, era de esos que no se les va el agua mas que en agosto. Hacía a penas 15 días que una amiga les había enseñado a andar sobre las aguas a ella y a su hermana. Aún no sabían a penas sostenerse como para ponerse a correr. Y entonces vio como su hermana huyó del charco. Sus padres le dijeron que ella era una valiente por quedarse a terminar el curso de “suspensión sobre fluido acuoso”. Pilar pensó que no, que a los valientes no les duele el estómago por las mañanas, ni tienen ganas de hacerse invisibles para que no les vean sus profesores. Pensó que ojalá hubiese sido tan valiente como Miriam para escaparse. Y volvió a preguntar: Señora! ¿Qué hora es? Las 12 guapa. Bieeeennn! Y todas las arañitas salieron del charco.

10 enero, 2006

La playa


Acabo de leer a Susej. Tiene colgada una foto de una playa y entonces me he acordado. Cuando recuerdo las cosas, las recuerdo incluyendo cómo me sentía en ese momento por dentro. Me he acordado de la playa de Badalona. Era febrero y no hacía nada de frío. Lo recuerdo porque iba con una amiga paseando por la arena. Nos descalzamos e incluso metimos los pies en el agua. ¡Qué fría! Luego nos sentamos a fumarnos un cigarrillo mientras escuchábamos cómo nos susurraba el mar. ¡Qué relajación! Ya se me había olvidado cuanto me gustaba el mar. No me importaba estar sola. Me iba paseando hasta la Barceloneta y respiraba profundamente. Es muy relajante. El día de Badalona estuvimos un montón de rato por la arena, paseando o sentadas, hablando de nuestras cosas e incluso sin hablar. Recuerdo la sensación en la tripa, como de nervios porque el mar me tiene enamorada perdida y estar frente a él, me hace sentir ligeramente nerviosa. Al cabo de un rato llamé a una amiga de Zaragoza para preguntarle qué es lo que oía de fondo. ¿Un tren? Noooo, I, es el mar, que me tiene loca. Más tarde empezó a irse el sol. Nos calzamos y nos fuimos a pasear por la rambla que da al mar. Si me hubiesen tomado las pulsaciones ese día seguro que tenía 2 por minuto. Aish! Qué sensación!

09 enero, 2006

Recordando el enamoramiento


Me había pegado el año anterior haciendo el tonto constantemente en clase. Me gustaba y se me notaba bastante. Además él me seguía el rollo o por lo menos eso me parecía a mí. Claro que yo tengo una gran imaginación y aunque no hubiese sido cierto, me emocionaba pensar que le podía hacer algo de gracia. Por aquel entonces tenía un bolígrafo naranja fosforito con el cual enredamos unas cuantas veces e incluso llegué a comprarle uno para regalárselo. Al final el boli se lo quedó una amiga mía porque yo no tuve valor.
Ese año hubo una fiesta a la cual también invitamos a los profesores. Él fue el único que vino o por lo menos el único que yo recuerdo que vino. Estuvimos todo el rato hablando con él los alumnos. Una de las veces una de mis amigas se acercó a él a preguntarle directamente si tenía novia. Él le contestó que no y que si alguien quería algo con él, tendría que ser ella la atacante porque él era profesor. Ella se dio la media vuelta y vino directamente a mí a contármelo. Con lo cual quedó super claro que me gustaba. Sólo le faltó decirle: “Ah! Vale! Ahora se lo digo a Histérica! “ Dios mío qué vergüenza! Lo recuerdo ahora y me da un mal. Seguidamente vino detrás y directamente se puso a hablar conmigo. Yo estaba paralizada por el miedo y completamente emocionadíiiiiiisima. De repente, alguien le “empujó” o eso dijo él sólo que el empujón le acercó a mí y no retrocedió ni medio centímetro. Sólo sé que estábamos tan cerca que entre la oscuridad del local y la distancia entre los dos, mis compañeros creyeron que pasaba lo que no pasó. Al final de la fiesta nada de nada.
A la semana siguiente cuando lo vi por los pasillos me dieron unas taquicardias horrorosas que me tuvieron que sujetar porque a poco me caigo larga. Y al salir de clase, nos lo encontramos. Me adelantó andando y me dijo: Hola! Y esperó que yo le contestara. Me quedé con la boca abierta y no pude articular palabra. De hecho, no pude hablar ni moverme. Se quedó con una cara... debió pensar que era idiota. Y cuando siguió para adelante porque no le había contestado entonces pude decir: Hola!
Necesitaba recordar algo así, para sentir en mi interior, aunque sea por breves momentos, el enamoramiento. No me hagais caso pero, hoy tenía ganas de llorar.

MMVI

Bueno, ya ha comenzado un nuevo año. La verdad es que esperaba notar algo nuevo y no. Aquí estoy trabajando igual que todos los días, haciendo lo mismo. En realidad bien podría ser noviembre y no haber pasado todavía el año. Bueno, algo sí noto diferente. Empiezo a recuperar mi olfato y ya no me pita el pecho cuando me despierto por las mañanas. Además a estas alturas ya he dejado de tener ansiedad horrible, ahora tengo ansiedad llevable. Lo de salir de marcha y sólo sujetar el cubata ya es un tanto más extraño para mí. También se nota algo en el trabajo el cambio de año. Hemos dejado de fumar la mitad de los fumadores y la otra mitad se tienen que bajar a la calle para disfrutar de un cigarrillo. Ahora la sala del café se llena con los no fumadores que antes ni se acercaban. Otra de las cosas diferentes es que hoy empiezo yoga. No está mal, además teniendo en cuenta que soy más rígida que un tronco de un árbol. Mañana me veo en urgencias con un desgarro muscular o algo así. ¡Ah! ¡Y se me olvidaba! También noto que es principio de año porque no entro en mis propios pantalones. Gracias a Dios, tengo ropa de la que me puedo poner en casos de subidas de peso incontrolables. Pero, qué iba a hacer en Navidad? Controlarme? Bah! Ya me quitaré los kilos de más ahora.
Pues nada, bienvenido 2006 y a ver cómo te portas conmigo, que el 2005 no fue muy bueno.

05 enero, 2006

Baxando t’a escuela

Ta Boltaña he de baixar dende Silbes a estudiar o maitin prenzipia ya a dispertar.
Dando trucos con os pies blincaré de tres en tres o tozuelo me fa contar d’o rebés.
O morral que pende libros y ficau en o pochón o recau que en casa nuestra me dan
A gramatica y a historia, cheografía y relichión biellas pachinas que emporcadas ban.

¡Que nieba, que nieba! A cara me se chela,
¡Ascape, ascape! Tenemos que plegar
Luego ta Boltaña o maistro mos carraña se torna prou furo y nos clama chabalins

Dos bezes en os didos m’ha trucau la palmeta por charrar en a fabla que ye d’o mio lugar
Deban d’os mios amigos que charran castellano, d’as antigas parolas me fan abergüeñar.
A burla m’han feito no he estudia y muito tiempo pos mi pai me manda as güellas paxentar.
A fosca cozina con os mixins denzima me ye imposible poder-me conzentrar

En rematar a clase a brenda mos minchamos arredol d’a gran mesa d’o biello profesor
En a estufa se creman os leños que he trayiu rustidas as tortetas sapen muito millor
De tardada y al tornar chunto a l’Ara he de pasar por o puen que m’endreza t’o lugar

O camin he de puyar me prenzipio a xorrontar coi cantando y as bruxas se’n iran
En os güellos de mi mai a tristura creigo bier mil periclos piensa puedo correr
A mi pai en o treballo güe le tiengo que aduyar luego pliega la ora d’ir a zenar
En a olla bulle a sopa que acotrazia con amor mai en fa que tot me sepa millor
Ya en o leito cuan m’aduermo siento en sueños o cantar d’ixe gallo que me ba a dispertar

- Espero que el corrector ortográfico del word no me haya "corregido" demasiadas cosas al copiarla -

04 enero, 2006

Los Reyes Magos


Bueno, estamos a 4 de Enero y ya no queda nada para que lleguen los Reyes Magos. En mi familia el más pequeño tiene 23 años, o sea que de pequeño tiene poco. Además me saca una cabeza y pico. Este año, igual que el anterior, hemos hecho el amigo invisible, así no tenemos que comprar un montón de regalos. En casa de mis padres dejamos los zapatos y los regalos en el salón. Al día siguiente quedamos todos para desayunar y abrirlos juntos. Es bastante emocionante. Bueno, o por lo menos a mí me sigue encantando. Además he intentado averiguar quien le regala a quien en esta Navidad. Es muy divertido intentar sonsacar a la gente.

A ver si me he portado bien en el 2005.... jijiji...qué nervioooooossssss!!!!

03 enero, 2006

Día de asqueo

Tengo una imagen en la mente. Cuando volvía a mi casa el último día del año vi a una pareja discutir. Y me trajo el recuerdo al estómago de nervios de lo mal que se pasa en esa situación. Y de repente me sorprendí a mi misma sonriendo. Sí, estaba relajada y sonriendo. Fue algo que no pude evitar. Me sentí aliviada de no tener que aguantar esto. En fin! Qué triste! Me siento bien de no tener la parte negativa de una relación. Me estoy volviendo muy vieja.
Por cierto, Mister X me mandó sms al móvil de felicitación del año nuevo. Ha ido diciéndoles a todos nuestros amigos que lo ha dejado con la otra tía. Bueno, si pretende que le conteste al sms, ya puede esperar sentado. Que orgullo tengo más bien poco pero, tampoco voy a ponerle mi cabeza en el suelo para que la pisotee a gusto!