El gimnasio

Bueno, el lunes me subieron el ejercicio del gimnasio, oficialmente ya soy una persona normal. El problema está en que en estos precisos momentos no lo parezco. Al principio de llegar me pusieron la tabla de abuela de 90 años reumática. Claro, yo esforzándome y me venía justico y poco a poco ha ido mejorando la cosa, con lo que estaba muy contenta. Y llegó el maravilloso lunes, ese en el que hacía 2 meses que estaba apuntada al gimnasio. Me subieron la tabla y claro este lunes me tocaba brazo. Duermo con la misma camiseta con la que voy al trabajo, desde entonces, porque las agujetas me impiden subir los brazos. Y ayer me tocó pierna y he decidido que me sonden, para no tener que levantarme al baño. Más que nada porque me es completamente imposible. Y ahora, dormiré en la oficina porque dudo que pueda llegar desde aquí a mi casa. He cogido la escoba para desplazarme sentada en la silla. Espero que se me pasen pronto.

El Columpio

Cómo me gusta el columpio. Subo y bajo, subo y bajo. Esa sensación de nervios en el estómago. Es muy divertido. Pero, creo que ya no subiré más. El problema está en cuando tengo que bajar de él. Siempre tengo que bajar. Y cada vez las estancias en el columpio son más y más cortas. Vale, cuando estoy balanceándome es maravilloso y no lo cambiaría por nada pero, cuando me bajo, todavía sigue la sensación de inercia en mi estómago. Y es inercia sin movimiento, así que me produce dolor de estómago y ganas de vomitar. Lo que en el momento de estar sobre él es un subidón de adrenalina, cuando me bajo lo que me produce es una sensación de vacío, como si en realidad me faltase algo. Y ya se sabe que se puede vivir perfectamente sin subirte en la vida a un columpio. De hecho son 4 las personas que tienen jardín en casa y pueden ponerse uno de esos relucientes columpios, que yo creo que lo hacen a mala leche para dar envidia a los demás. Y sé que volveré a caer pero, ahora estoy de rabieta y no quiero subirme.

El Puticlub

Este fin de semana he estado otra vez más en Barna. Por la mañana y parte de la tarde estuvimos en la playa de sitges y después a casa a dormir la siesta para salir por ahí. Nos fuimos a una terracita a cenar y de allí a seguir la fiesta por los bares de marcha. Fuimos a entrar a un bar que se llama Cangrejo que es de la Carmen de Mairena y además ella actúa allí. El bar en cuestión estaba hasta arriba así que nos fuimos a uno cercano de ese. Al entrar divisé al fondo a un maromo de más o menos metro ochenta y unos ciento veinte quilos. Eso no es algo anormal, de hecho no sería nada que me hubiese llamado la atención. Lo que me la llamó fue que llevaba el torso desnudo y que lo único que lo cubría era un par de cintas de cuero unidas por unas argollas metálicas. Luego ya cuando nos acercamos nos dimos cuenta que las uñas las llevaba pintadas en negro y que no sólo él llevaba un look un tanto…¿diferente? Si no que los raros casi, casi, éramos nosotros. Al cabo de un rato, se acercó a una amiga mía y le dijo el “sumiso” a ella: “¿Tu cara me suena? ¿No te habré visto antes?” A lo cual mi amiga que le gusta poco el barro, le respondió: “Tú cara también me suena, sí”. Y entonces, el caballero en cuestión le dijo:”Ah!, ya sé! Te he debido ver otras veces en el Puticlub” Y mi amiga:”Noooo! Que yo si follo, follo gratis” Claro, que luego nos enteramos que el bar en el que nos encontrábamos se llamaba Puticlub de Luxe con lo que era bastante posible que se refiriera a eso.

El sabado

El sábado estaba con la moral por los suelos. En fin, que no sé que me pasaba (bueno, sí pero no os lo contaré). Y de repente la gente me empezó a mirar. Yo me miraba y vi que no tenía la cremallera desabrochada ni nada. Como estaba un poco triste, para animarme salí arreglada a la calle pero, no llevaba el maquillaje corrido, ni la camiseta subida ni nada. Hasta que al pasar delante de otra persona que me miraba me soltó un: “Te metería de todo menos miedo”. Entonces, empecé a recordar que todas las personas que me miraban, casualmente eran hombres. Así que esa frase tan “dulce”, terminó por endulzarme la tarde.

Jengibre de médico

Esta mañana me he ido ha hacer unas pruebas radiológicas. Todo viene por mi acusada sordera. El otorrino me recomendó hacerme una prueba de los ángulos portocerebelosos (¿?). Y yo toda chula diciéndole a mi madre -que no, pesada, que no me acompañes, que será una chorrada lo que me tengan que hacer-. Llego a la Clínica y me dan ese papel tan alentador en el que se te indica que te quites todos los objetos metálicos que lleves (pendientes, anillos, armas blancas,...). En el papel de marras también se explica en que consiste la prueba y donde tienes que estampar tu firma... por lo que pueda pasar. Tras esto una amable enfermera me dice que me quede en pelotas, y que me ponga esos patuquitos tan fashion y ... la bata enseña-culo. Yo me desvisto, y me pongo todo lo que ella me pide, si me pidiera que me pusiera unas orejas de burro también lo haría. Me dice que pase a la sala donde veo un tubo, tamaño mi cuerpo. La prueba dura aproximadamente media hora. Me pide que me tumbe dentro del tubo, me sujeta la cabeza a la camilla con una correa, me avisa que oiré unos ruidos y que si siento un pinchazo es porque posiblemente tenga que inyectarme no sé que producto para poder ver mejor los conductos auditivos. Así que me meto dentro de esa estrecha cueva, casi sin espacio, casi sin poder respirar, y comienzo a oír algo que suena igual que un martillo hidraúlico, pasan 5 minutos, espero con terror que la enfermera se acerque en cualquier momento con la banderilla, pero de momento no he sentido el aguijón. HORROR, ¡me doy cuenta que no me he quitado los anillos!. Comienzo a intentar sacarlos de mis dedos, me muevo. La enfermera entra en la sala y me dice que no pasa nada, que me puedo dejar los anillos -tranquila-. Pues sí, me quedo mas tranquila, estoy sola, ojalá le hubiera dicho a mi madre que me acompañase, me estaría cogiendo la mano, comienzo a intentar relajarme, comienzo a pensar en el momento en el que salga de allí, de ese estrecho y agobiante tubo, me imagino andando por la calle, sé que hace un día estupendo, no hace demasiado calor ni demasiado frío, cuando salga me iré dando un paseo al trabajo, disfrutaré de la mañana, disfrutaré del día ... Tengo suerte. En realidad todo me va bien. Estoy bien. Pasan los minutos, pasa media hora... Se acabó.

Aconsejando

Tranquilos pequeños que yo tengo la solución a todos vuestros males. He conseguido recopilar todas esas maravillosas ayudas que nos prestan los demás y voy a escribir un libro con ellas. Lo titularé “Cómo alcanzar la perfección sin esfuerzo”. Sólo escribiré unos pocos consejos aquí, los demás me los reservaré para el libro. Veamos, empecemos:
Ayuda/Consejo para dejar de fumar:
“¡Pues chica, no cojas un cigarro! Simplemente es eso, yo si no quiero abrir una puerta no lo hago. Si fumas es porque quieres porque es muy sencillo, sólo no fumes y ya está”
Pensamiento:
“¡Cómo no lo habré pensado antes! Si llego a caer antes la que me forro soy yo y no el tío ese del libro Dejar de Fumar es fácil si sabes cómo”

Ayuda/Consejo para adelgazar:
“¡Haz deporte! Mira yo hago deporte y estoy delgado. Si es que lo que sois más vagos…”
Pensamiento:
“Y yo acudiendo al naturhouse, al dietista y comprándome el libro del Montignac. Joer! Es una joyita, se podría abrir una clínica para mejorar la vida de sus congéneres.”

Ayuda/Consejo para adelgazar II:
“Deja de comer pan, azucar y grasas, si es muy fácil. Lo que ocurre es que la gente come muy mal. Además la ansiedad es mental. Si tuviesen problemas de verdad, ya verías cómo se les iba el hambre”
Pensamiento:
“Coño! Pues me voy a cortar una pierna, que eso me tiene que quitar el hambre seguro”

Ayuda/Consejo para superar una depresión:
“¡Chica! Sonríe, alégrate! Deja de estar triste ya!”
Pensamiento:
“Y luego hay gente que estudia una carrera entera de psicólogo y psiquiatra! No lo entiendo si con esta frase ya está todo arreglado”

Ayuda/Consejo para un soltero (Ésta, hay que decirlo, es la mejor de las frases que me han dicho. Buenísima):
“Anda! Y por qué no te casas para luego tener hijos”
Pensamiento:
“Uy! Pues es verdad, pondré un anuncio en el Heraldo: Mujer desesperada y en la treintena, busca marido fecundador, para poder alcanzar el sumun de la felicidad de cualquier mujer actualmente: Casarse y tener hijos”

Y esta noche....

Bueno, para el que no lo sepa: Esta noche a las 9 y media y en el centro cívico delicias tenemos la presentación del nuevo disco de KARHE. Grupo de rock de zaragoza que ha ganado el último premio al mejor videoclip. Yo desde luego les voy a ir a ver (tengo hasta camiseta de ellos) . Son muy buenos, sacaron el segundo disco el 8 de Mayo. Os espero a todos allí!

Aries
La vida en general es un juego, pero a veces se transforma en peligroso, sobre todo en el amor. Deja tus aventuras y céntrate más en tus intereses materiales.

Esto es lo que el Heraldo pone de mi signo, así que os lo tengo que decir: Dejad ya de acosarme. Ya sé que tengo una belleza indescriptible y que los hombres morís todos de amor a mis pies pero, tengo que centrarme en mis intereses materiales. Ya sé que soy un bien público y que no me puedo dar a un sólo mortal porque sería un desagravio contra el resto de la humanidad pero, el horóscopo ha hablado. Lo siento. Tendré que dejar esta vida llena de sexo desenfrenado y vosotros vais a sufrir mucho por mi culpa. ¡En fin! La vida es así de cruel.

Fenómenos Atmosféricos

Hoy alcanzaremos temperaturas de 35 grados. Menos mal que les ha dado por poner el aire acondicionado, porque ayer casi me muero. Poniendo como excusa que no hemos llegado todavía al verano, no lo enchufaban. La culpa dicen que la tiene una borrasca, que a mí particularmente siempre me han caído un poco mal. Dicen que la puñetera borrasca está empujando vientos cálidos del sur y nos está llenando la península con ellos. Si yo ya lo sabía, si es que no sé por qué pero, siempre me han caído mejor los anticiclones. Cuando en pleno invierno te congelas y empieza a llover y los días son asquerosos te dicen que tienes una borrasca encima, y cuando los días mejoran …zas! Es un anticiclón. Bueno, que me acabo de leer en la rae la definición de borrasca y me ha gustado la quinta acepción, oye!

Mi vidorra

Para evitar ser el centro de mi mundo (empiezo a creer que el sol gira a mi alrededor), me sobre cargo de actividades extra. En realidad lo hago de actividades de éstas que si un día me canso de hacerlas, no pasa nada. Por este motivo no tendría un hijo así sola. Lo que ocurre es que a veces me cargo demasiado. En realidad, si viviese en otro siglo no pasaría nada, en realidad viviría de puta madre pero, como vivo en el siglo de la comida prefabricada, los tejidos que no necesitan plancha, la lavadora, el lavavajillas.... Bueno, he estado aproximadamente 1 mes fuera de combate. Tenía la garganta jodia y por este motivo no podía cantar. Así que no iba a los ensayos pero, bien que me largué a hacer un viajecito con exhibición de mi voz incluída. Lo cual provocó que mi garganta en vez de mejorar, se declarara en huelga. Bueno, pues hoy tengo que cantar unas cuantas jotas que he tenido que recordar al mediodía a toda hostia y por supuesto aprenderme una nueva (con semitonos maravillosos y entradas a contratiempo). ¡Ah! ¡Y como no! Debería haberle dado a la guitarra estos días pero, prefería tocarme los pinreles, así que voy con un retraso majo, majo. Vamos que Gingerol de Jengibre se sabe el puto Mangas Verdes entero y yo no sé ni qué leches es eso. Por supuesto, además estoy en el gimnasio que me encanta y que me voy a poner como un mulo, mas que nada porque con la vil excusa de que hago ejercicio, me estoy poniendo morada de jalar. Menos mal que a partir de esta semana todos los jueves al mediodía me voy al Natur House a que me fustiguen cada vez que me pase con el chorizo de pamplona. ¡Ah! Y se me olvidaba, me tengo que ir a comprar hilo de algodón para hacerme a ganchillo el cacharro ese que se pone en el moño para que no se deshaga, que me hace ilusión hacerlo yo mateixa. Así, que no me da mucho tiempo a comerme el tarro, ni en pensar en lo desgraciado de mi vida, porque la he rellenado de cosas que siempre quise hacer. ¡Ah! Y pal curso escolar entrante, quiero hacer técnica vocal, a ver si paso la prueba.

¿De dónde viene...?

ElMasMalo ha propuesto la idea de contar cada uno de dónde viene el nombre de su nick. Él en su blog ha explicado de dónde viene su nombre.
El mío es sencillo. Quise abrir un blog pero, no sabía si iba a ser capaz de escribir diariamente en él y pensé que quizá mis compañeras-amigas de trabajo querrían ayudarme. ¡Aún estoy esperando! Bueno, entonces decidí ponerme el nombre de mi empresa, ligeramente trastocado. Incluso la clave de entrada tiene que ver con la empresa. jejejejeje!
Así de simple! AH! Y la pregunta que me hacen a veces: ¿Y la Barbie? La colgué en uno de los artículos que hablaba de vanalidades y chorradas varias, en representación de la superficialidad del tema. Y Buttercup me colgó la foto en su blog como link al mío. Desde entonces, soy la Barbie.

Zgz - Raciborz

De Zaragoza a Reus en minibus, de Reus a Londres en avión. 6 horas de espera y otro avión a Bratislava. De allí a Raciborz en minibus. Con lo que pasamos por Eslovaquia y por Chequia antes de llegar a Polonia.

Estoy en una de las calles del centro de Raciborz.

Gracias, Señor!

El señor Kamelas ha vuelto a inspirar mi artículo de hoy. La verdad es que a veces no sé que escribir y busco, cuan perro cazador, la inspiración en los blogs ajenos.
El blog de hoy va dedicado a un compañero de trabajo mío. Creo que ya os hablé alguna vez de él. Sólo escribo para agradecerle su existencia en el mundo. Gracias Señor te damos por su existencia. En tu divina sabiduría, nos lo has dejado aquí para que los demás nos demos cuenta de lo insignificantes que somos. No sólo de eso, gracias a que él está con nosotros nos percatamos de la ingenuidad de nuestras mentes y de que por muy inteligente que seamos, nunca alcanzaremos la gloria divina.
¡Señor, gracias! Y por favor, no olvides darme paciencia, porque como le muestre mi agradecimiento a él directamente, quizá me denuncien y seguro que me despiden.

Eco y Narciso

Eco era una joven ninfa de los bosques, parlanchina y alegre. Con su charla incesante entretenía a Hera, esposa de Zeus, y estos eran los momentos que el padre de los dioses griegos aprovechaba para mantener sus relaciones extraconyugales. Hera, furiosa cuando supo esto, condenó a Eco a no poder hablar sino solamente repetir el final de las frases que escuchara, y ella, avergonzada, abandonó los bosques que solía frecuentar, recluyéndose en una cueva cercana a un riachuelo.
Por su parte, Narciso era un muchacho precioso, hijo de la ninfa Liríope. Cuando él nació, el adivino Tiresias predijo que si se veía su imagen en un espejo sería su perdición, y así su madre evitó siempre espejos y demás objetos en los que pudiera verse reflejado. Narciso creció así hermosísimo sin ser consciente de ello, y haciendo caso omiso a las muchachas que ansiaban que se fijara en ellas.
Tal vez porque de alguna manera Narciso se estaba adelantando a su destino, siempre parecía estar ensimismado en sus propios pensamientos, como ajeno a cuanto le rodeaba. Daba largos paseos sumido en sus cavilaciones, y uno de esos paseos le llevó a las inmediaciones de la cueva donde Eco moraba. Nuestra ninfa le miró embelesada y quedó prendada de él, pero no reunió el valor suficiente para acercarse.
Narciso encontró agradable la ruta que había seguido ese día y la repitió muchos más. Eco le esperaba y le seguía en su paseo, siempre a distancia, temerosa de ser vista, hasta que un día, un ruido que hizo al pisar una ramita puso a Narciso sobre aviso de su presencia, descubriéndola cuando en vez de seguir andando tras doblar un recodo en el camino quedó esperándola. Eco palideció al ser descubierta, y luego enrojeció cuando Narciso se dirigió a ella.
- ¿Qué haces aquí? ¿Por qué me sigues?
- Aquí... me sigues... -fue lo único que Eco pudo decir, maldita como estaba, habiendo perdido su voz.
Narciso siguió hablando y Eco nunca podía decir lo que deseaba. Finalmente, como la ninfa que era acudió a la ayuda de los animales, que de alguna manera le hicieron entender a Narciso el amor que Eco le profesaba. Ella le miró expectante, ansiosa... pero su risa helada la desgarró. Y así, mientras Narciso se reía de ella, de sus pretensiones, del amor que albergaba en su interior, Eco moría. Y se retiró a su cueva, donde permaneció quieta, sin moverse, repitiendo en voz queda, un susurro apenas, las últimas palabras que le había oído... "qué estúpida... qué estúpida... qué... estu... pida...". Y dicen que allí se consumió de pena, tan quieta que llegó a convertirse en parte de la propia piedra de la cueva...
Pero el mal que haces a otros no suele salir gratis... y así, Nemesis, diosa griega que había presenciado toda la desesperación de Eco, entró en la vida de Narciso otro día que había vuelto a salir a pasear y le encantó hasta casi hacerle desfallecer de sed. Narciso recordó entonces el riachuelo donde una vez había encontrado a Eco, y sediento se encaminó hacia él. Así, a punto de beber, vio su imagen reflejada en el río. Y como había predicho Tiresias, esta imagen le perturbó enormemente. Quedó absolutamente cegado por su propia belleza, en el reflejo. Y hay quien cuenta que ahí mismo murió de inanición, ocupado eternamente en su contemplación. Otros dicen que enamorado como quedó de su imagen, quiso reunirse con ella y murió ahogado tras lanzarse a las aguas. En cualquier caso, en el lugar de su muerte surgió una nueva flor al que se le dio su nombre: el Narciso, flor que crece sobre las aguas de los ríos, reflejándose siempre en ellos.

Poemas del aire vendrán hasta aquí ...

¿Me lo puedes volver a repetir? ¿Me puedes volver a decir todo lo que piensas de mí? Pero, por favor omite lo malo porque con tus palabras en mis oídos me inflamas, me vuelves agua y ardo en el infierno de saber que no debería estar pidiéndote que me lo vuelvas a decir. ¿Por qué siento este calor que me invade el cuerpo? ¿Por qué aún tan lejos te siento dentro de mi cabeza? He desfigurado tu ser con mi mente hasta dejarlo reducido tan solo a lo que yo quiero y sé perfectamente que he borrado y difuminado todo lo que no quiero ver. Recuerdo tu aroma en mi cuerpo y sé que nadie más me lo dejó tan adentro. Recuerdo tu cuerpo desnudo, el tacto de tu piel entre mis muslos, la suavidad de tus labios y tus uñas suavemente resbalando en mi espalda, mientras susurrabas algo que no entendía. Y de esto ya hace mucho pero, mucho tiempo pero, ayer cuando me lo volviste a susurrar al oído, volví a traer a mi mente todo lo que aquel noviembre sentí. Por Dios, que vuelva a sonar en mi corazón esa triste canción.

Dar vueltas

En vez de revolverme por el barro como hacen los animales para librarse del calor, suelo mejor cambiar de tema mentalmente. Nunca he creído que darle vueltas a algo que no tiene solución te aporte nada. Y menos si es algo que te entristece. Generalmente la gente suele revolverse en sus propias miserias o huir de ellas. Soy de las últimas. Bien podría ser alcohólica, ludópata o algo de esto puesto que son maneras de huir de los problemas. Yo más bien utilizo una técnica mental que a mí me sirve, simplemente cambio de tema. Soy experta. Y si alguien habla de lo que no me gusta, directamente no le presto atención, me voy a mi mundo y asiento como si realmente estuviese escuchando lo que me dicen. Si algo no tiene solución para qué narices le voy a dar vueltas. Además todo pasa, todo menos la muerte.
De lo que estoy hablando, aunque para mí resulte evidente no tiene por qué serlo para los demás, es del amor. Se supone que es lo más importante en esta vida, o al menos es lo que nos han metido en la cabeza desde pequeños. Y llega ahora y resulta que me dicen "con 32 años sin pareja ni hijos! ¿a qué esperas?" Y sinceramente a las palabras hay que contestar con palabras pero, entran unas ganas de fostiar al que te dice eso que no veas.
Así que cada vez que alguien se pone en plan filosófico a hablar acerca de la situación que tengo yo y el 50% de la población de mi edad, pues directamente cierro los ojos y los oídos y me abstraigo en mi mundo imaginario.