09 noviembre, 2005

La fiesta del pijama

Ayer quedamos unas compañeras de trabajo en casa de una de ellas, para tomarnos unas pizzas y beber unas cervecitas relajantes. Por supuesto no lo comentamos con todo el mundo ni lo publicamos en el tablón de anuncios de la empresa, sólo faltaría. Claro que al salir, todos nos vieron salir juntitas. Como las cervecitas relajantes en mi tienen unos efectos doblemente perjudiciales (se ve que soy un poco floja) me quedé a dormir en casa de la anfitriona, porque supuse que sería incapaz de encontrar la puerta de mi casa. Bueno, pues esta mañana viniendo a trabajar por el extremo contrario de la ciudad al cual estoy acostumbrada a ir, me he encontrado con otra compañera (una que no sabía nada).

Ella- "¡Anda! Llevas bolsa, y eso? " (la bolsa con el pijama y la ropa del día anterior)

Yo- "Sí, ya ves, a que es chula" (quiebro descarado)

Ella- "Cómo es que vienes por aquí?"

Yo- (si sigue preguntando la extrangulo) " Nada que me he acercado a una tienda a ver si estaba abierta"

Menos mal que no he hecho nada malo que si no.... Ya sé que no puedo atracar bancos ni nada por el estilo porque me pillan seguro!