13 septiembre, 2006

En 1 semana ya estaré trabajando en otra empresa. Aquí estoy conectada siempre al Messenger porque lo utilizamos en el trabajo. Además tengo internet y me sobra tiempo para escribir mails y el blog. Pero, en mi casa no tengo internet así, que cuando empiece en el nuevo sitio, no las tengo todas conmigo. Creo que ya no podré escribir tranquilamente. Supongo que al principio me pasaré por algún ciber, porque estoy enganchada y sin mi dosis habitual me moriré. Pero quizá, conforme vaya desenganchándome, dejaré de escribir y morirá. Esto es la crónica de una muerte anunciada.