09 febrero, 2006
Gracias Esther
Estoy super contenta con el regalito que me ha hecho Esther. La verdad es que tuve un poco de morro y le pedí que me dibujara. Le envié una foto mía y este es el resultado. Jejeje! Muchas, muchas, muchas gracias!
Este es el dibujo que me ha hecho.
Yo soy
El otro día le pedí a Esther si me podía hacer un dibujo. Siempre me ha parecido maravilloso la gente que es buena dibujando, y debe ser porque yo soy un horror. Bueno, en realidad me dejan con la boca abierta cualquier persona que sea un poco espabilada en algún arte. Le envié una foto mía y me dijo que tenía que ponerle una descripción de cómo soy, tarea harto difícil. Supongo que todo el mundo es cambiante y es muy difícil describirse y más uno a si mismo. Siempre he pensado que soy un poco arisca y si alguien le pide información a mi querida hermana, seguro que se lo confirma. También sé que soy extrovertida, ya que me pongo a hablar con cualquier persona sin ningún reparo. Y tengo mis rarezas, como por ejemplo tener vergüenza cuando trato con según qué personas. Y para muestra un botón: Cuando estaba trabajando en Barcelona me hablaba con todo el mundo pero, cuando había que salir de fiesta con la gente, me daba tanta vergüenza tratar con la gente y acercarme a hablar que se me quitaba el hambre (y siempre tengo hambre) y me ponía a beber sin medida. Al final terminaba con una borrachera del quince y ya me ponía a hablar con la gente. Sí, eso se denomina alcoholismo. Si creo que alguien es superior a mí en algún aspecto, sobre todo en el social, me comporto como si fuera un ídolo. Es decir, como los hermanos pequeños, intento ser simpática diciendo estupideces que nada más decirlas me avergüenzo de haber abierto la boca. En otro aspecto, y con mis amigas soy protectora. Si entramos a algún sitio, les abro la puerta cediéndoles el paso, intento ir a pedir a la barra yo. Si hay que orientarse en los sitios, intento ser yo la que se acuerde, si un bar está a tope, me pongo en la parte por donde pasa todo el mundo para ser yo la empujada y que nadie las moleste... en fin, como un hombre chapado a la antigua, no lo puedo evitar. En la relación que tiene el resto de las personas conmigo, me siento muy incómoda si me tratan dulcemente, si la protegida soy yo. Me gusta mucho pero, no sé cómo reaccionar. Este verano me fui con los amigos de mi ex a la playa y me trataban como tratan a las mujeres ellos. Eran ellos los que me ponían en los bares en la parte que nadie me empujara y los que me abrazaban tiernamente (estaban contentos de que les hubiera admitido de amigos). Me encantó pero, me sentía rarísima y no sabía reaccionar. Como si tuviese que servirme de mí misma y tuviese que ser yo la fuerte siempre. Otra cosa que me pasa es que aunque esté triste con motivos me avergüenza llorar y que la gente me intente apoyar. En fin, que soy superwoman y cuando me tratan como a una simple mortal con debilidades, me gusta pero, no sé reaccionar. Podría haber hablado de otros aspectos, como soy en el trabajo, que aficiones tengo... no sé. Pero, prefiero contar como me veo por dentro.
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