Sueño, cansancio, aburrimiento y un toque de tristeza. No es lo que esperaba para empezar la primavera. Quizá sea que está nublado y que necesito un poco de sol. O quizá sea que no tengo otra preocupación que yo misma. De tanto mirarme al ombligo veo lo que no me gusta de mí, así que voy a pedirme el divorcio. Me volveré a esforzar otra vez más para aparentar estar super feliz. Así de tanto aparentarlo a lo mejor al final me lo creo.
Sí, estoy negativa, y qué, ¿no tenéis momentos así el resto? Bueno, antes de cortarme las venas voy a escuchar al Sabina con esa de “Más de cien mentiras”.
21 marzo, 2006
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