21 noviembre, 2006

Felicidad, que bonito nombre tienes...

Acabo de leer que tan solo un 43 por ciento de los jóvenes del primer mundo se sienten felices. Que las causas de esta infelicidad son principalmente la falta de optimismo, la preocupación laboral y la presión por tener éxito.
¡Qué lástima! Si nos ponemos a observar estas causas, son una estupidez. La única preocupación laboral real que deberíamos tener es que podamos comer con nuestro sueldo. Ni siquiera el hecho de que no nos alcance para comprarnos un piso es tan importante. Y lo digo yo, que estoy de mala leche por no poder hacerlo pero bueno. Y lo de la presión por tener éxito…bueno, qué decir de esto. ¿Qué es el éxito y para quien? Y ¿cómo se mide? O sea, si crees que tienes éxito y alguien viene y te dice que eso no es exitoso…te deprimes y quieres más y más? En fin, que nos preocupamos por cosas que no son para nada preocupantes.
Yo siempre pienso que lo más importante es el amor, pero claro en pareja que es el que pienso yo. Y en realidad, ni eso es lo más importante. Si nos paramos a pensar, solo el amor a nosotros mismos es lo más importante y con eso viene todo lo realmente importante que es ser feliz y ya está.