26 abril, 2006

Chulico más que chulico

A ver a quien preferiríais tened de compañía, a un engreído o a un soso. Ya, ya sé que no querríais tened a ningún tipo de personaje así cerca pero, si no os quedara más remedio? Bueno, hay que tener en cuenta que suelo exagerar las cosas o las descripciones de las personas. Si le quitamos los tonos estridentes a la vida, decidme, qué nos queda? Sí...los tonos pastel pero, no le aportan mucha vitalidad ¿no? Bueno, al caso, que lo que quería decir es simplemente que quizá las personas a las que defino con esos adjetivos no son exactamente así, y es bastante posible que los demás me digan que exagero. Es cierto, pero es mi visión. Bueno, mi amiga la poli, me dice siempre que prefiero a los sosos. Eso es porque no nos parecemos en nada en nuestras elecciones y sea cual sea mi elección siempre le parece soso. Realmente prefiero a los engreídos. Que me sacan de mis casillas y me alteran. ¡Qué se habrá creído! Pero, les prefiero porque no hay que estar soportando su falsa modestia y sus “Ay! Manoli, qué poco valgo”. A ver, a Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar. Si alguien se cree inteligente, para qué narices va a ir por la vida agachando las orejas. ¡Vaya pedazo de estupidez! Vale, que eso de “¡Cómo! ¿no me conoces? Por Dios, si soy la hostia y todo el mundo lo sabe” es un poco ... en fin ...para darle hasta en el carnet. Pero, mucho mejor que tener a alguien que levanta los hombros y dice: “No sé, me da igual, lo que tú digas” Imaginaos.... Puf! 3 semanas más tarde es cuando terminas enervada perdida y diciendole: “AAAAAgggg!!!! Sangre!!! Sangre!! Sangre es lo que tú necesitas en las venas! No ese derivado de la chufa!!!!”
Aclaración: Esto viene a propósito de un engreído que me dijo ser muy conocido a nivel de Aragón. Y pensé que tenía muy subidito el ego hasta que estoy viéndolo hasta en la sopa. Con lo que me he dado cuenta que decía la verdad. Ah! Y lo de engreído sólo lo pienso porque estoy picadísima con él. Porque es la falda de hace 2 artículos.