12 enero, 2006
Otra vez más
Otra vez más me voy para mi ciudad adoptiva. Bieeeeennnnn! Y además en tren que me voy, que me lo paga la empresa! Ufff! Qué nervios! Espero ver a un montón de gente, a ver si es verdad y espero también ver el mar.
Habilidad social
Hay algunas personas cuyas habilidades sociales son nulas o incluso que puntúan en negativo en la escala normal del 0 al 10. Ese tipo de personas me hace creer que no son normales o que su coeficiente intelectual roza sutilmente la línea que separa las personas de inteligencia normal de las personas con discapacidad intelectual. Nada más lejos de la realidad. Yo por ejemplo, no me caracterizo precisamente por tener esa capacidad muy desarrollada. Conozco también a un chico, profesor de la facultad de matemáticas que se sacó la carrera en 4 años cuando era de 5 y con matrículas y que se comporta, mejor dicho, se comportaba ya que hace años que no le veo, como si tuviese 5 años y jamás se hubiese relacionado con nadie. Tenía cero en malicia y decía las cosas tal cual las pensaba. Si le gustaba bailar una canción, lo hacía con su propio ritmo, aunque el resto de la gente le estuviese mirando atónitos. Y él creía que lo miraban de buen rollo porque estaba animado. Si le gustaba una chica simplemente se acercaba a ella y le decía que era muy guapa, mientras la miraba tiernamente. Estoy hablando de un adulto de por aquel entonces 30 añitos de nada. Claro, cuando yo me metí a estudiar informática, como le gustó la idea se puso a estudiar por su cuenta y en un mes ya desguazaba videojuegos por dentro, cosa que no tengo ni idea yo. Fue medalla de oro en las olimpiadas matemáticas del 88.
Todo esto viene porque ayer, tuve que tratar de nuevo con otro chico con habilidad social nula. Creo que tiene 33 años y va acosando a una chica muy mona que baila jota con él que tiene 23 años (no es tonto, es guapísima la chica). Estábamos esperando a que llegase alguien para darnos clase (yo canto y él baila). Sé que soy bastante distante con él porque no sé como hablarle ni qué decirle, a parte que siempre pregunta por la vida particular de cada uno y a mí me gusta contarla a quien me da la gana, no a quien me pregunta. Salió del centro cívico un momento a mirar su moto y volvió a entrar dentro y sin mediar más palabra me dijo: “¿Qué tal tu novio?” A ver, yo nunca he dicho ni que tengo ni que no tengo novio, simplemente voy a cantar y hablo de chorradas en canto. Así que me quedé con cara de gilipollas mientras pensaba por qué leches me estaba preguntando eso. Antes de poder contestar siguió: “Ah! ¿O es que no tienes novio? Entonces si no tienes, te gusta alguien de arriba?” Se refería a alguien de jota. A ver, subnormal, a jota voy los miércoles que casi no viene nadie pues todo el mundo va los jueves y de tíos sólo vais el que nos lleva, tú y a veces vienen unos jubilados que tocan la guitarra. Los jubilados como que no, aunque en su época podrían haber estado bien pero, no. El que nos lleva está felizmente casado con una chica muy maja que viene también los miércoles y que además están esperando un retoño. Y tú, jajajaja, no me hagas reír por favor! Todo esto lo pensé claro, no lo dije, soy cruel interiormente. De hecho estuve a punto de preguntarle si era idiota, pero tuve miedo porque a lo mejor sí lo es. Sólo me puse a chillar y a decirle que no, que no tenía novio, que no era de su incumbencia y que esas cosas no se preguntan a nadie. Y que no me conocía de nada para venirme haciendo esas preguntas. Estuve a un pelo de decirle que no tenía novio porque soy lesbiana y vivo con mi pareja. Igual se me desmayaba. Jejejeje!
Todo esto viene porque ayer, tuve que tratar de nuevo con otro chico con habilidad social nula. Creo que tiene 33 años y va acosando a una chica muy mona que baila jota con él que tiene 23 años (no es tonto, es guapísima la chica). Estábamos esperando a que llegase alguien para darnos clase (yo canto y él baila). Sé que soy bastante distante con él porque no sé como hablarle ni qué decirle, a parte que siempre pregunta por la vida particular de cada uno y a mí me gusta contarla a quien me da la gana, no a quien me pregunta. Salió del centro cívico un momento a mirar su moto y volvió a entrar dentro y sin mediar más palabra me dijo: “¿Qué tal tu novio?” A ver, yo nunca he dicho ni que tengo ni que no tengo novio, simplemente voy a cantar y hablo de chorradas en canto. Así que me quedé con cara de gilipollas mientras pensaba por qué leches me estaba preguntando eso. Antes de poder contestar siguió: “Ah! ¿O es que no tienes novio? Entonces si no tienes, te gusta alguien de arriba?” Se refería a alguien de jota. A ver, subnormal, a jota voy los miércoles que casi no viene nadie pues todo el mundo va los jueves y de tíos sólo vais el que nos lleva, tú y a veces vienen unos jubilados que tocan la guitarra. Los jubilados como que no, aunque en su época podrían haber estado bien pero, no. El que nos lleva está felizmente casado con una chica muy maja que viene también los miércoles y que además están esperando un retoño. Y tú, jajajaja, no me hagas reír por favor! Todo esto lo pensé claro, no lo dije, soy cruel interiormente. De hecho estuve a punto de preguntarle si era idiota, pero tuve miedo porque a lo mejor sí lo es. Sólo me puse a chillar y a decirle que no, que no tenía novio, que no era de su incumbencia y que esas cosas no se preguntan a nadie. Y que no me conocía de nada para venirme haciendo esas preguntas. Estuve a un pelo de decirle que no tenía novio porque soy lesbiana y vivo con mi pareja. Igual se me desmayaba. Jejejeje!
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