09 enero, 2006

Recordando el enamoramiento


Me había pegado el año anterior haciendo el tonto constantemente en clase. Me gustaba y se me notaba bastante. Además él me seguía el rollo o por lo menos eso me parecía a mí. Claro que yo tengo una gran imaginación y aunque no hubiese sido cierto, me emocionaba pensar que le podía hacer algo de gracia. Por aquel entonces tenía un bolígrafo naranja fosforito con el cual enredamos unas cuantas veces e incluso llegué a comprarle uno para regalárselo. Al final el boli se lo quedó una amiga mía porque yo no tuve valor.
Ese año hubo una fiesta a la cual también invitamos a los profesores. Él fue el único que vino o por lo menos el único que yo recuerdo que vino. Estuvimos todo el rato hablando con él los alumnos. Una de las veces una de mis amigas se acercó a él a preguntarle directamente si tenía novia. Él le contestó que no y que si alguien quería algo con él, tendría que ser ella la atacante porque él era profesor. Ella se dio la media vuelta y vino directamente a mí a contármelo. Con lo cual quedó super claro que me gustaba. Sólo le faltó decirle: “Ah! Vale! Ahora se lo digo a Histérica! “ Dios mío qué vergüenza! Lo recuerdo ahora y me da un mal. Seguidamente vino detrás y directamente se puso a hablar conmigo. Yo estaba paralizada por el miedo y completamente emocionadíiiiiiisima. De repente, alguien le “empujó” o eso dijo él sólo que el empujón le acercó a mí y no retrocedió ni medio centímetro. Sólo sé que estábamos tan cerca que entre la oscuridad del local y la distancia entre los dos, mis compañeros creyeron que pasaba lo que no pasó. Al final de la fiesta nada de nada.
A la semana siguiente cuando lo vi por los pasillos me dieron unas taquicardias horrorosas que me tuvieron que sujetar porque a poco me caigo larga. Y al salir de clase, nos lo encontramos. Me adelantó andando y me dijo: Hola! Y esperó que yo le contestara. Me quedé con la boca abierta y no pude articular palabra. De hecho, no pude hablar ni moverme. Se quedó con una cara... debió pensar que era idiota. Y cuando siguió para adelante porque no le había contestado entonces pude decir: Hola!
Necesitaba recordar algo así, para sentir en mi interior, aunque sea por breves momentos, el enamoramiento. No me hagais caso pero, hoy tenía ganas de llorar.

MMVI

Bueno, ya ha comenzado un nuevo año. La verdad es que esperaba notar algo nuevo y no. Aquí estoy trabajando igual que todos los días, haciendo lo mismo. En realidad bien podría ser noviembre y no haber pasado todavía el año. Bueno, algo sí noto diferente. Empiezo a recuperar mi olfato y ya no me pita el pecho cuando me despierto por las mañanas. Además a estas alturas ya he dejado de tener ansiedad horrible, ahora tengo ansiedad llevable. Lo de salir de marcha y sólo sujetar el cubata ya es un tanto más extraño para mí. También se nota algo en el trabajo el cambio de año. Hemos dejado de fumar la mitad de los fumadores y la otra mitad se tienen que bajar a la calle para disfrutar de un cigarrillo. Ahora la sala del café se llena con los no fumadores que antes ni se acercaban. Otra de las cosas diferentes es que hoy empiezo yoga. No está mal, además teniendo en cuenta que soy más rígida que un tronco de un árbol. Mañana me veo en urgencias con un desgarro muscular o algo así. ¡Ah! ¡Y se me olvidaba! También noto que es principio de año porque no entro en mis propios pantalones. Gracias a Dios, tengo ropa de la que me puedo poner en casos de subidas de peso incontrolables. Pero, qué iba a hacer en Navidad? Controlarme? Bah! Ya me quitaré los kilos de más ahora.
Pues nada, bienvenido 2006 y a ver cómo te portas conmigo, que el 2005 no fue muy bueno.