En ese momento volvía de tomar café con una amiga del pueblo. Habíamos quedado porque ya hacía tiempo que no nos veíamos y así nos contábamos cómo nos iba. Ese día había aprovechado a ponerme falda ya que no iba a quedar con
Ñ. Ya sabía que se enfadaría si me viese, que no debía ponerme falda porque no le gustaba que fuese provocando a los hombres por ahí. Pero, justo ese día me apetecía porque iba a ver a mi amiga y me apetecía que me viese guapa. Incluso, arriesgando mucho, me había pintado. Mi amiga era de estas chicas que siempre van vestidas a la última, muy elegante y muy guapa. Siempre pintada sin ser exagerada. Así que a mí me apetecía ir igual.
Al salir del café, yo me dirigí hacia clase. A
Ñ, no le gustaba que estudiase porque decía que me metían ideas extrañas en la cabeza. Yo trabajaba por aquel entonces de limpiadora y siempre había sido bastante lista, así que me apetecía demostrarlo estudiando y sacando buenas notas. La verdad es que muy apoyada por él no me sentía pero, yo le quería igual.
Al fondo de la calle vi a un amigo mío de clase que estaba en la puerta esperando mientras se echaba un cigarro. Me alegré de verle y pensé echarme yo otro antes de subir a clase. De repente, me di cuenta que
Ñ estaba dentro del coche esperándome en la puerta y con una cara que no demostraba mucha simpatía. Yo me alegré tremendamente de haberle visto antes porque así no saludaba a mi amigo. Claro era hombre y a
Ñ no le gustaba que saludase a hombres que no fuesen mi padre o mis hermanos.
Cuando me acerqué al coche, me di cuenta que
Ñ estaba realmente enfadado conmigo.
- ¿Cuánto tiempo has estado tomando café con S?
- Media hora, sólo media hora.
- El café se sirve y se toma, son 5 minutos. No sé que narices ha hecho durante media hora. Que sepas que no me gusta que estés tanto rato con tus amiguitas.
- Pero, así hablábamos de nuestras cosas.
- Está bien, la próxima vez iré yo para ver de qué habláis tanto rato.
- Vale, lo siento. Será la última vez.
- Por cierto, ¿cómo te atreves a ir a clase con falda? Claro, como hoy no quedabas conmigo... Te crees que soy tonto. Te la has puesto para que te vean los chicos de tu clase.
- No, perdona. Será la última vez de verdad.
- Está bien, no me quiero enfadar contigo pero, muéstrame un poco de respeto. No vuelvas a ponerte falda si no es para ir conmigo.
- Bueno, que subo a clase que llego tarde.
- Espera, todavía no han encendido la luz de tu aula.
- Pero, es que la que la enciende es la profesora cuando entra a clase. Y si subo cuando ya esté encendida, llegaré tarde.
- Me da lo mismo. No tienes nada que hacer en los pasillos esperando a que llegue la profesora. Espérate que bastante contento me tienes ya.
- Vale. Lo siento.