03 julio, 2006

El Elfo

El viernes como gran cutre que soy, me estuve tomando un bocata del Calamar Guarro en el Paseo de la Impaciencia. Estando allí sentadita, con dos amigas, se nos acercó un elfo vestido de morado y nos contó el secreto de la felicidad plena. El alcance del sol para obtener 45.000 orgasmos al segundo. En vez de pensar:¡Joer! Qué guay! Lo que pensamos las tres mortales es que qué cansado tenía que ser eso de tanto orgasmo seguido. Bueno, total que nos dijeron que dependiendo del signo zodiacal tenías que incentivar tus virtudes positivas y deshacerte de lo negativo. Total que de cosas negativas me sacaron entre otras la agresividad, el narcisismo, la precipitación y la impaciencia. ¡No me digas! ¡Qué sorpresa! ¡Yo agresiva, narcisista, precipitada e impaciente! Anda, anda! Fuera de aquí ya! Que te doy una hostia ¿eh? Si no hay nadie mejor que yo, me vas a venir tú, elfo de mierda a decirme que tengo cosas negativas! Imposible! Vamos! Venga largo!

Luz blanca

Todo el mundo es gilipollas hasta que no me demuestre lo contrario. Esta frase no es mía. Es de una persona muy cercana a mí. Es ver a las personas con miedo. Por si acaso me atacan creo mi muro de defensa. Mi forma de defensa es más bien quedarme a la espera. Depende de lo que digan al principio opto por colgarles un cartel u otro. Como norma general la gente la meto en el saco de “normal” y sólo en contadas ocasiones van al de “geniales”o al de “gilipollas”. Pero, se me olvida siempre que las personas no dejamos de ser eso: personas. Que la genialidad de una persona sólo es el cariño con el que la mires. O que si alguien te parece idiota, quizá es porque no has aprendido a girar el prisma para ver como se puede descomponer su luz. En cualquier momento todo el mundo tiene una parte de gilipollas (yo incluida y además bastante a menudo). Pero, lo importante es que todo el mundo tiene una parte encantadora y cautivadora. Y me alegra ver cuantas veces me equivoco porque así conozco la parte más me gusta en las personas.