Si tratas a alguien superficialmente, es poco probable que discutas nunca. “Chica como puedes discutir con menganito, con lo majo que es” “Claro lo dices tú que lo ves a la hora del descanso del café en el trabajo. Llévatelo a casa unos días y me cuentas”
Y a veces cuando conoces en con profundidad a una persona, como no somos piezas del tente y no encajamos perfectamente, alguno de los rebordes que tenemos, no terminan de encajar con la otra persona y pueden suceder dos cosas: A la otra persona le sale callo en ese lugar o rechaza el acoplamiento.
12 junio, 2006
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