25 mayo, 2006

El sabado


El sábado estaba con la moral por los suelos. En fin, que no sé que me pasaba (bueno, sí pero no os lo contaré). Y de repente la gente me empezó a mirar. Yo me miraba y vi que no tenía la cremallera desabrochada ni nada. Como estaba un poco triste, para animarme salí arreglada a la calle pero, no llevaba el maquillaje corrido, ni la camiseta subida ni nada. Hasta que al pasar delante de otra persona que me miraba me soltó un: “Te metería de todo menos miedo”. Entonces, empecé a recordar que todas las personas que me miraban, casualmente eran hombres. Así que esa frase tan “dulce”, terminó por endulzarme la tarde.