26 enero, 2006

Una de Bon Jovi

De todo el mundo es sabido mi dominio de los idiomas. De hecho ya dediqué un bonito artículo a mi clara pronunciación del inglés. Aún así y sabiéndolo conseguí confundir a mis compañeras de la residencia de por aquel entonces (Ay! Madre mía! Hace 11 años!). Yo me encontraba en la habitación de al lado, con una amiga mía, hablando de nuestras cosas. Era segundo de carrera y como primero me había ido bien pues decidí tirar por la borda todo lo que había hecho, sin estudiar nada de nada en ese curso académico. Pusimos la radio para entretenernos y de repente empieza a sonar lo último de Bon Jovi. Si la música tuviese colores, a mí me gustaría la música rosa pastel, ya me entendéis. Me encantó y salí disparada a mi habitación para contárselo a mis compañeras.:
- ¡Chicas! Acabo de escuchar la última de Bon Jovi. Dice unas cosas muy bonitas. “...si mis lágrimas fueron en vano y otra vez yo te amé demasiado, como yo nadie te ha amado...” Aish! Qué bonita!
- ¡Ala! ¡Para no haber dado inglés nunca dominas una pasada!¡Cómo es posible que la hayas traducido! La he escuchado antes y casi no he entendido nada. Me dejas alucinada. Tú vales para los idiomas ¿eh?
La escuché en Cadena Dial. Jejeje.

Que siga la función

¿Cuál es mi función en este mundo? Es decir, para qué estoy diseñada. Cada persona es diferente de las demás, así que cada uno debería tener una función en este mundo y me gustaría saber cual es la mía. Y ¿ya he cumplido mi misión? ¿O todavía tengo que esperar? Y yo soy protagonista o simplemente estoy diseñada para ser atrezzo de otra persona. A lo mejor el protagonista es otro y yo simplemente estoy aquí para pasar a su lado alguna vez y no notar que todo está vacío. De todas maneras...que siga la función.