De acentos

Hace tiempo hablando con mi compi de piso de Barcelona y con una amiga, estuvimos comentando como nos ponen ciertos acentos. A mi compañera, que es de un pueblo de Huesca, es oír un acento gallego y cae rendida a sus pies, sea quien sea el varón poseedor de ese cántico. Todo venía por el camarero de un bar cercano en el que habíamos tomado algo, que era argentino. Mi amiga Marta estaba comentando como le gustaba ese acento. Vamos que lo único que le faltó fue escribirle el teléfono en la servilleta para ver si llegaban a buen puerto. Bueno, pues en mi casa, de los acentos castellanos, el que siempre nos había gustado tanto a mi hermana como a mí, era el vasco. No sé que tiene ese cantar que nos gusta tanto. Y mira por donde quien me lo iba a decir que un cántico bilbaíno me iba a conquistar para empezar por el oído y luego ... veremos paso a paso si me conquista entera.