20 diciembre, 2005

El pendiente

Cuando vivía en Barcelona sólo me dedicaba a una cosa: Trabajar. Mi jornada laboral empezaba a las 9 de la mañana y nunca se sabía cuando iba a terminar. Desayunaba con mis compañeros de trabajo, comíamos en 1 hora y cenaba también con mis compañeros de trabajo. Mi mundo giraba en torno al trabajo. Los amigos que hice allí son casi todos del trabajo y alguna compañera de piso. De hecho ahora no todos son de mi trabajo, porque se fueron yendo a distintos sitios, pero en un principio todos salen de allí.
Un día, cuando ya estaba hasta el gorro, me fui de cumpleaños. Ese día me encontraba un poco mal. Una amiga me dijo que no fuese a trabajar al día siguiente, que dijese que estaba enferma. Así que pensando en la idea me empecé a encontrar mejor y mejor y me quedé de las últimas en el cumpleaños. La última era la cumpleañera, claro está. Al día siguiente llamé a la empresa y dije que estaba mala. En aquella época mi compañera de piso estaba en paro. Era jueves y sobre la una del mediodía nos pusimos a beber vino, a charrar de nuestras cosas y a comer pipas. Cuando se nos acabó la segunda botella de vino decidimos bajar a por otra botella más y a comprar una baraja para jugar a las cartas. Al ir hacia la tienda pasamos delante de una tienda de tatus y piercings. Yo alguna vez había pensado hacerme un pendiente en la oreja pero, nunca había encontrado el momento oportuno. Como estaba contentilla con el efecto del alcohol, me decidí y entré directa a hacérmelo. Mi compañera de piso intentó disuadirme alegando que me encontraba bajo los vapores etílicos y bajo el subidón que produce revelarse a la empresa. Pero como ya sabéis, no lo consiguió, porque luzco orgullosa un precioso pendiente en el ángulo superior de mi oreja derecha.

19 comentarios:

Buttercup dijo...

Rebelión, rebelión!!!! La próxima un tatuaje

Raist dijo...

Eso, eso... un tatoo!!!!

isterica dijo...

A ver, a ver que ya tengo un tatoo. Lo que no hay historia con el tatoo. Premio para el que adivine qué es.

isterica dijo...

Jajajajajaja! Hombrefrio No te tengo que disculpar nada. Yo soy bastante más burrica.
Y no, no es en la teta y no es una rosa. Es una fruta...

*Angulin* dijo...

Una Cerecita tal vez ?

brrr... que coza, shikilla...

*Angulin* dijo...

yo me quiero hacer 2 tatoos... uno en cada tobillo, pero todabía no sé qué voy a hacerme... y para colmo han abierto una tienda de tatoos debajo de mi casa... qué lío, ave...

isterica dijo...

Hombrefrio: Premio para el caballero! Una fresa, muy bien. Pero, el sitio donde la tengo no es nada exótico.
Angulín: Hazte primero sólo un tobillo. Y son muy chulos los dibujos que no representan nada en negro. Los que tienen color van perdiéndolo poco a poco.

isterica dijo...

ooooohhhh! Pues no. La tengo en la espalda. A la altura del homóplato. Si voy con según que camisetas de tirantes se ve.

isterica dijo...

jajajaja! Gracias, gracias!

Anónimo dijo...

Menos la barba, coincido contigo hombrefrio.

Anónimo dijo...

Yo tengo un aro en el ombligo si os cuento la historia, se os quitan las ganas de haceros uno. De todas formas quedan muy chulos. Pensaba hacerme uno como el de isterica, pero lo que nos faltaba a las dos.....

Anónimo dijo...

hombrefrío, te tenemos online!! Casi podemos chatear.

Anónimo dijo...

Larisa, por què no cuentas tu història ?

Anónimo dijo...

A ver si empiezo mi blog y os lo cuento. De momento, estoy de ocupa en varios!

Isthar dijo...

Yo me hice los de las orejas a los 19 años. Mis padres decidieron darme la libertad de perforarme lo que quisiera pero cuando lo decidiera yo, así que fue toda una odisea armarse de valor y pensar, "No hay dolor, no hay dolor" :P

Siempre quise hacerme uno en la ceja, me parece sexy, pero ahora es cuando no me dejan ¡¡hay que joderse!!

Apoyo la moción del Tatoo ;)

Nadia dijo...

El vino es tan buen anestésico como cualqueir otro

Prich dijo...

un pircing no, pero un tatoo, no descarto la idea...

Anónimo dijo...

Quedan muy bonitos los pircing en la parte de arriba de las orejas, pero como es todo cartilago tiene que doler un montón no? :oO

isterica dijo...

Jejeje! Me pusieron anestesia en la oreja, me tumbaron en una camilla, me traspasaron la oreja y cortaron lo que sobraba que era un poquito de ternilla. No dolió en el momento.