El vecinito

Tengo un vecinito de calle con el que fantaseo. Es la última persona en el planeta con la que mantendría un idilio pero, así son las fantasías, gracias a Dios no significa que las vayamos a hacer realidad. Es un hoooooommmbre de unos...digamos cerca de 40. Está anclado en los 15 años de su época. Es muy grande lleva perilla mal arreglada y viste en plan motero, no me he fijado bien pero igual es de esos “perros del ebro” o como se llamen. Parece sacado del equipo A directamente, de los malos, por supuesto. Lleva una pedazo de moto (he dicho alguna vez que a pesar de tenerles miedo, me encannnnntannn?). El otro día nos cruzamos y se cruzaron nuestras miradas y ... bueno me temblaron las piernas. Y un rato del camino empecé a tener color en la cara porque me empezó a subir unos calores tremendos de la imaginación que le estaba echando al vecinito. Por supuesto esta noche a falta de nada mejor en la tele, forcé una fantasía con él. En otros tiempos me gustaban fulanito o menganito pero, ahora estoy apática y no hay varón que me levante la líbido, así que me tengo que inventar historietas con gente no muy real. A éste le he creado personalidad para que me motive. Jejejeje! Qué pasa! No hago mal a nadie!