Frágil

Nuestro cuerpo, en realidad es tan sofisticado? A ver, una semilla me parece mucho más sofisticada y avanzada tecnológicamente. Puede permanecer en letargo durante muchísimo tiempo y no le pasa nada de nada. Sigue cumpliendo su misión y dando vida en cuanto le das un poco de agua. Sin embargo nosotros, en fin, nos cambias un poquito las condiciones atmosféricas y va y nos morimos. No sé, coges y aumentas la temperatura terráquea unos 50 graditos centígrados, qué es eso, una mariconada! Y mira por donde que los señores no podemos aguantarlo. O, no sé la presión atmosférica. Vamos que me voy a la playa y me da un vahído y eso que no me he subido al Kilimanjaro que igual la diño. Y ya lo alucinante es lo del aire. Tenemos que estar constantemente cogiendo aire y meterlo a nuestro interior. Si nos taponan las entradas de aire nos morimos. O sea, me tapan la nariz y la boca a conciencia y chica! Estoy rodeada de aire! Pero, claro totalmente inservible. Y no porque el aire en si sea inservible, si no más bien porque yo soy incapaz de procesar ese aire si no es a través de mis pulmones y mira, los tengo dentro con un par de pequeñas entradas, únicamente. Además el aire tiene que estar a temperatura perfecta no vaya a ser que se me quemen o congelen los pulmones. A ver, señor ingeniero, sí, sí, no se haga el loco. Nos ha puesto un procesador de puta madre, con mogollón de ram y de memoria pero, nos ha hecho usted un poco delicaditos. Recuerdo que trajeron hace muchos años unos ordenadores a la Almunia que los tenían en salas especiales con aire acondicionado permanente (en realidad, creo que era leyenda urbana, yo nunca los vi). Va a ser que somos así de patéticos. Pónganos algodoncitos y celofán por encima, con un gran lazo rosa. Por cierto, que no sé si se ha dado cuenta pero, en nosotros lo más sofisticado es lo que no podemos tocar, no es nuestro cuerpo, es nuestra mente. Al final va a resultar que sí tenemos alma.