Sinceramente honesto

Lo importante es la sinceridad! Eso es lo que hace a una persona realmente buena.
Sí claro! Por encima de cualquier cosa. Sobre todo lo que realmente es bueno son las afirmaciones rotundas. El ser hiriente pero sobre todo sincero, tener malos sentimientos pero oye que soy sincero, eso ya tendría que redimirme. El putear a la gente pero, mirando a la cara, oye, que queda super elegante hincar el puñal pero, que te vean la jeta. Por favor! Cuanta idea mal interpretada y cuanto estúpido en esta vida! La idea de que la sinceridad es buena, en sí no es una idea descabellada, ni es mala siquiera. Pero, hay que tener cierta inteligencia y moralidad. Y con inteligencia no me refiero a esa que te hace sacarte una carrera de 5 años en 4 y con matrículas, no. Me refiero a la emocional. A la que tienen la gente que saben el significado de la palabra empatía.
Señores, yo miento, por supuesto. Y seguiré mintiendo. E intentaré ser buena persona, lo cual no implica en absoluto que tenga que decir la verdad. Y todo aquel que excuse sus malas acciones y sus malos pensares en que es sincero, discúlpenme pero…es imbécil!

Trabajando

¿Sabéis? Que el tiempo pasa más deprisa si trabajas de verdad. Mira que se me estaban haciendo largas las jornadas, pero que me ha dado por hincar codos y mira tú por donde que pasa más deprisa la vida.

Mi compañía de telefonía

Bueno queridos todos, estoy de los nervios. Lo sé, han podido conmigo. Con mucha vergüenza en mi cuerpo, tengo que contaros que he terminado llorando. Eso sí, de rabia pero me jode igualmente. Sé que no hay que hacer aprecio pero, se están pasando un poco.
Mi querida compañía telefónica tenía una maravillosa oferta promocional. Una de esas que sacan todos los años por las mismas fechas y que salvo algunas variantes de un año con otro, son super parecidas. La del año 2006 era: Alta de línea gratis. ¡Maravilloso! ¿Y qué hice yo? Por supuesto llamar por teléfono toda contenta a que me la dieran de alta.
Bueno, pues qué es lo que ha ocurrido...que me han cobrado el Alta.
Eso sí, yo toda chula llamé a finales de Noviembre e hice una reclamación y me dijeron que no me preocupara que en 10 días llegaba mi factura buena. Pero, no llegaba y me cortaron el teléfono. Y qué pasa, que llamo yo a preguntar por mi reclamación y me dicen que yo no he reclamado nada. Así que se ha perdido.
- Bueno, pues vuelta a empezar, hazme una reclamación por el Alta.
- No Señora, aquí no me aparece que usted diera de alta en periodo promocional
- Sí, que sí que di de alta durante el periodo promocional.
- No, le he dicho que no y no le pongo la reclamación.
... unos 40 minutos más tarde.
- Disculpe, sí que tenía el alta gratis, procedo a hacerle la reclamación.
- Ok, mándame el nº de reclamación
- Lo sentimos pero le estoy tomando nota a mano porque los sistemas están caídos.
- Agggggggggggggg!!!!!!111

Al día siguiente llamo para comprobar que luego guardaron mi reclamación:
- No señora, aquí no aparece ninguna reclamación.
[Vuelvase a leer el mismo texto desde el PUNTO A hasta aquí 3 veces (los tres días que he llamado seguidos)]
Lo de hoy ya ha sido de órdago. Eso sí, si te pasan con el departamento de Bajas te lo solucionan enseguida. Hoy al menos me han dado un nº de reclamación, tras que me sacara de quicio la primera comercial. Por cierto, que son bastante, bastante mal educados los comerciales.

Cuac, cuac

El otro día haciendo las típicas compras navideñas pasé por el Sephora. Cual fue mi sorpresa cuando vi que tenían varios accesorios más propios de ser encontrados en una tienda "recreativa-sexual". Bueno, uno de los instrumentos es un patito. No sé si habéis visto esos patos amarillos de plástico que se ponen en la bañera para tomar la temperatura del agua o simplemente para jugar. Bueno pues el pato es igual con dos diferencias: La primera es que vibra (dulce estimulación!) y la segunda es que es dorado. Y yo me pregunto...si un día te pones cariñosa con el patito...se te queda el vello dorado?

Y que exista el Cielo y el Infierno

Las malas personas no deberían tener ni un poco de publicidad pero, no he podido evitar leer y sentirme profundamente ofendida. Así que yo sé que en el fondo que es mejor ni nombrarles pero, sintiéndolo mucho no puedo callarme ahora, después de lo que he leído.
Así que según he leído hay que reconocer el dolor de los asesinos, de los cobardes, de la escoria. Pues si en mi mano estuviera, si consiguiera tener ese poder, mi condena sólo sería que sintieran el dolor en el alma y en el corazón de todas las familias que han destrozado. Todo ese dolor sumado en cada uno de ellos. Porque sinceramente, creo que no sienten nada, que no reivindican nada, que no se sienten ni oprimidos. Simplemente que tienen el alma negra.
Ojalá exista un Dios justo, que ya que no en vida, a cada cual le dé lo que se merezca.